Salmo 100 NTV – ¡Griten de alegría al Señor, toda la tierra! 2 Adoren al Señor con regocijo; vengan delante de él con cánticos alegres. 3 Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado. 4 ¡Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza! ¡Denle gracias y alaben su nombre! 5 Pues el Señor es bueno; su amor inagotable permanece para siempre; su fidelidad perdura de generación en generación.
Salmo 100 es un hermoso canto de alabanza y gratitud hacia nuestro Dios. Nos invita a gritar de alegría, a adorar con regocijo y a reconocer que el Señor es Dios. Es un recordatorio poderoso de nuestra relación con Él y de su amor inagotable hacia nosotros.
En el versículo 3, el Salmo nos recuerda que somos creación de Dios y que le pertenecemos. Somos su pueblo, sus ovejas. Esto nos llena de confianza y nos permite acercarnos a Él con gratitud y alabanza. No importa quiénes seamos o de dónde vengamos, todos somos amados y cuidados por nuestro Padre celestial.
Cuando entramos en la presencia de Dios, debemos hacerlo con acción de gracias y himnos de alabanza. Debemos expresar nuestra gratitud por todo lo que Él ha hecho por nosotros y alabar su santo nombre. No importa cuáles sean nuestras circunstancias, siempre hay razones para dar gracias a Dios y para adorarle con alegría.
El Salmo 100 nos recuerda que el Señor es bueno. Su bondad y amor inagotable nunca fallan. Su fidelidad perdura de generación en generación. Podemos confiar en su amor y en su fidelidad, sabiendo que Él siempre cumple sus promesas. No importa cuánto tiempo haya pasado, su amor por nosotros nunca cambia.
En este mundo lleno de incertidumbre y desafíos, el Salmo 100 nos invita a encontrar esperanza y consuelo en la presencia de Dios. Nos anima a alabarle y a confiar en su amor y fidelidad. Nos recuerda que somos amados y cuidados por el Creador del universo.
Cuando enfrentemos dificultades, recordemos el Salmo 100 y su mensaje de alabanza y gratitud. No importa cuán difíciles sean las circunstancias, siempre podemos alabar a Dios y confiar en su amor y fidelidad. Él nos sostendrá y nos dará fuerzas para perseverar.
Así que, hermanos y hermanas en Cristo, ¡gritemos de alegría al Señor! Adoremos con regocijo y reconozcamos que Él es nuestro Dios. Entremos en su presencia con acción de gracias y himnos de alabanza. Confíemos en su amor inagotable y en su fidelidad eterna.
Que este Salmo 100 sea una fuente de inspiración y aliento para nuestras vidas. Que nos recuerde siempre la grandeza de nuestro Dios y su amor por nosotros. Que nos motive a vivir en gratitud y a adorarle con alegría.
¡Gritemos de alegría al Señor, toda la tierra! ¡Adoremos al Señor con regocijo! ¡Reconozcamos que el Señor es Dios y que somos suyos! ¡Entremos por sus puertas con acción de gracias y alabemos su nombre! ¡Porque el Señor es bueno y su amor inagotable permanece para siempre! ¡Su fidelidad perdura de generación en generación!
Salmo 100 NTV
¡Griten de alegría al Señor, toda la tierra! Adoren al Señor con regocijo; vengan delante de él con cánticos alegres. Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado. ¡Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza! ¡Denle gracias y alaben su nombre! Pues el Señor es bueno; su amor inagotable permanece para siempre; su fidelidad perdura de generación en generación.