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Salmo 103:17: Promesa divina para la eternidad


¡Bendiciones a todos los amados en Cristo!

Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa que encontramos en el Salmo 103:17. Este pasaje nos muestra el amor y la fidelidad de nuestro Dios hacia aquellos que le temen y siguen sus mandamientos.

«Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.»

Cuando leemos estas palabras, podemos sentir la presencia reconfortante de nuestro Padre celestial. Él nos asegura que su misericordia y justicia son eternas, no tienen límites ni fronteras. No importa cuánto tiempo haya pasado, ni cuán lejos hayamos ido, su amor y fidelidad siempre estarán con nosotros.

Es importante notar que esta promesa está dirigida a aquellos que le temen y guardan su pacto. Esto implica que debemos tener reverencia hacia Dios y buscar su voluntad en nuestras vidas. No podemos esperar disfrutar de las bendiciones prometidas si vivimos en desobediencia y rebelión. Pero si nos rendimos ante su autoridad y buscamos seguir sus mandamientos, podemos confiar en que su misericordia y justicia estarán siempre sobre nosotros.

La misericordia de Dios es un regalo inmerecido que nos cubre con su gracia y perdón. Nosotros, como sus hijos, podemos descansar en la seguridad de que Él nos extenderá su misericordia cuando nos arrepentimos y volvemos a Él. Aunque hayamos cometido errores, fallado una y otra vez, su amor nunca se agota. Su misericordia se renueva cada mañana, dándonos una oportunidad nueva para comenzar de nuevo.

Además de su misericordia, Dios promete su justicia sobre nosotros y sobre nuestros descendientes. Esto significa que Él luchará por nosotros y protegerá nuestros derechos y dignidad. Su justicia prevalecerá en todas las situaciones y circunstancias, trayendo equidad y equilibrio a nuestras vidas. Podemos confiar en que Dios hará justicia en su tiempo perfecto, incluso cuando el mundo parezca injusto y cruel.

Amados hermanos y hermanas, esta promesa nos da esperanza y fortaleza en medio de las dificultades y pruebas que enfrentamos en la vida. Cuando nos encontramos en momentos de desesperación, recordemos que la misericordia y justicia de Dios están sobre nosotros. No importa cuán oscuro sea el valle por el que estemos pasando, Él está con nosotros, guiándonos y protegiéndonos.

Así que, no importa cuán lejos hayas caído, cuán grande sea tu pecado o cuán desesperante parezca tu situación, recuerda que la misericordia y justicia de Dios están siempre disponibles para ti. No hay límites para su amor y fidelidad. Él está esperando que le busques, te arrepientas y le permitas ser el Señor de tu vida.

Permíteme concluir esta reflexión con las poderosas palabras del Salmo 103:17: «Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.»

Que estas palabras sean un recordatorio constante de la bondad y fidelidad de nuestro Dios. Que nos inspiren a vivir en reverencia y obediencia, confiando en su misericordia y justicia en cada paso que damos.

¡Que la paz de Cristo llene sus corazones y que su misericordia y justicia estén siempre sobre ustedes!

Amén.

Salmo 103:17: «Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.»