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Salmo 112:5 revela el poder divino que ilumina nuestros caminos


Salmo 112:5 – “Bien le irá al hombre que tiene piedad y que presta; él dispondrá sus palabras con juicio.”

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy me gustaría reflexionar con ustedes sobre el poderoso mensaje que encontramos en el Salmo 112:5. Esta escritura nos recuerda que aquellos que tienen piedad y compasión, aquellos que prestan ayuda a los necesitados, son bendecidos y prosperados por Dios.

En nuestro mundo actual, a menudo nos encontramos rodeados de egoísmo y falta de amor hacia nuestros semejantes. La sociedad nos impulsa a buscar nuestro propio beneficio sin importar las consecuencias para los demás. Sin embargo, como seguidores de Jesús, estamos llamados a vivir de manera diferente. Estamos llamados a ser instrumentos de amor y compasión en un mundo necesitado.

La primera parte del versículo nos dice: “Bien le irá al hombre que tiene piedad y que presta”. Esto nos enseña que cuando mostramos misericordia hacia los demás y estamos dispuestos a ayudar, no solo estamos bendiciendo a aquellos a quienes servimos, sino que también estamos abriendo las puertas para que Dios nos bendiga abundantemente. Nuestro Padre celestial es un Dios de generosidad y nunca deja sin recompensa a aquellos que actúan con bondad y compasión.

El Salmo también nos enseña que aquellos que tienen piedad y compasión “dispondrán sus palabras con juicio”. Esto significa que nuestras palabras deben ser cuidadosamente elegidas y pronunciadas con sabiduría. No debemos usar nuestro lenguaje para herir o humillar a los demás, sino para edificar y animar. Como ministros de la palabra de Dios, debemos recordar que nuestras palabras tienen un poder enorme. Podemos impactar la vida de las personas tanto para bien como para mal, y es nuestra responsabilidad usar nuestras palabras para bendición y no para maldición.

Queridos hermanos y hermanas, el Salmo 112:5 nos desafía a vivir una vida de piedad y compasión. Nos llama a ser personas que prestan ayuda a los necesitados, que están dispuestas a sacrificar su tiempo y recursos por el bienestar de los demás. También nos recuerda que nuestras palabras pueden tener un impacto profundo en la vida de las personas, por lo que debemos ser conscientes de cómo las usamos.

Al vivir de acuerdo con estos principios, no solo estaremos bendiciendo a los demás, sino que también estaremos abriendo las puertas para que Dios derrame sus bendiciones sobre nosotros. Dios es fiel y justo, y nunca deja sin recompensa a aquellos que actúan con amor y compasión hacia los demás.

Así que, hermanos y hermanas, que este Salmo sea un recordatorio constante para nosotros. Que nos motive a vivir una vida de piedad y compasión en todo lo que hacemos. Que nos inspire a ser luz en la oscuridad y a llevar esperanza a aquellos que se encuentran en necesidad. Y que nuestras palabras, al igual que nuestras acciones, sean siempre guiadas por el juicio y la sabiduría de Dios.

Salmo 112:5 – “Bien le irá al hombre que tiene piedad y que presta; él dispondrá sus palabras con juicio.”

En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.

Salmo 112:5 – “Bien le irá al hombre que tiene piedad y que presta; él dispondrá sus palabras con juicio.”