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Salmo 115: Un Canto de Alabanza y Confianza en el Dios Vivo


Salmo 115: ¡Glorifiquemos al único Dios verdadero!

Salmo 115 es un hermoso canto de alabanza y adoración al único Dios verdadero. En este Salmo, el salmista nos invita a reflexionar y reconocer la grandeza y la fidelidad de nuestro Dios, quien merece toda nuestra adoración.

En medio de un mundo lleno de ídolos y falsos dioses, el Salmo 115 nos recuerda la importancia de poner nuestra confianza y nuestra esperanza en el Dios vivo. El salmista comienza diciendo: «No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia y por tu verdad» (Salmo 115:1). Esta declaración nos muestra la humildad y la reverencia que debemos tener hacia Dios. Reconocemos que toda la gloria y la honra pertenecen a Él, y no a nosotros mismos.

El Salmo 115 continúa describiendo los ídolos y dioses falsos que son adorados por las naciones. El salmista señala que estos ídolos son hechos por manos humanas, son inanimados y no tienen poder alguno. Dice: «Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven» (Salmo 115:4-5). Es importante recordar que el verdadero Dios no se compara en absoluto a estos ídolos sin vida. Nuestro Dios es vivo, poderoso y capaz de actuar en nuestras vidas.

El salmista continúa diciendo: «Los que hacen ídolos serán semejantes a ellos, y los que los adoran, a lo mismo» (Salmo 115:8). Esto nos enseña que aquellos que adoran y confían en ídolos falsos, eventualmente se vuelven como ellos: sin vida, sin poder y sin esperanza. Pero nosotros, como hijos de Dios, tenemos el privilegio de adorar al único Dios verdadero, quien es digno de toda nuestra confianza y adoración.

El Salmo 115 nos anima a confiar en el Señor y a esperar en Él. «Oh Israel, confía en Jehová; él es tu ayuda y tu escudo» (Salmo 115:9). Nuestro Dios es nuestro refugio, nuestro amparo y nuestra fortaleza. Él es nuestro escudo en medio de las dificultades y las pruebas de la vida. No importa cuán grandes sean los desafíos que enfrentemos, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos sostendrá.

En medio de esta confianza, el salmista concluye el Salmo 115 con un llamado a la alabanza y adoración. «La casa de Israel confía en Jehová; él es su ayuda y su escudo. La casa de Aarón confía en Jehová; él es su ayuda y su escudo. Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová; él es su ayuda y su escudo» (Salmo 115:9-11). Este llamado es para todos nosotros, para todos los que temen y reverencian al Señor. Confiamos en que nuestro Dios es nuestro auxilio y nuestra protección, y por eso le rendimos toda la gloria y la alabanza.

Querido lector, te animo hoy a reflexionar en Salmo 115 y a reconocer la grandeza de nuestro Dios. Él es el único que merece nuestra adoración y nuestra confianza. No dejemos que los ídolos falsos del mundo nos distraigan de la verdadera fuente de vida y esperanza. Pongamos nuestra confianza en el Señor y dejemos que su gloria brille a través de nuestras vidas.

Salmo 115: ¡Glorifiquemos al único Dios verdadero!