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Salmo 115:17 revela el misterio de la vida eterna


Salmo 115:17 – “No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio” (Reina Valera).

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que se encuentra en el Libro de los Salmos, específicamente en el Salmo 115:17. Este versículo nos recuerda que los muertos no pueden alabar al Señor, ni aquellos que descienden al silencio. Sin embargo, aunque esto pueda parecer desalentador a primera vista, en realidad nos invita a reflexionar sobre el increíble privilegio que tenemos como creyentes vivos de glorificar y alabar a nuestro Dios.

En nuestra vida cotidiana, a menudo damos por sentado la capacidad de alabar a Dios. Nos acostumbramos a nuestra relación viva con Él y olvidamos que hay quienes no tienen esta oportunidad. El Salmo 115:17 nos recuerda que mientras estemos aquí en la tierra, tenemos la maravillosa responsabilidad y bendición de adorar a nuestro Creador.

Como creyentes, hemos sido llamados a ser la voz de alabanza y testimonio en medio de un mundo que está lleno de muerte y desesperanza. Somos testigos vivos del amor y la gracia de Dios, y tenemos la oportunidad de compartirlo con aquellos que aún no han experimentado su poder transformador. Nuestro testimonio y adoración pueden llevar esperanza a los corazones desesperados y abrir los ojos de aquellos que todavía están en tinieblas.

Cuando leemos el Salmo 115:17, debemos recordar que nuestra vida tiene un propósito eterno. No estamos aquí solo para vivir y morir en silencio, sino para vivir en comunión con Dios y para hacer su voluntad en la tierra. Cada día es una oportunidad para adorar y honrar a nuestro Señor con nuestras palabras, acciones y actitudes.

La alabanza no se limita solo a los momentos de adoración en la iglesia. Es un estilo de vida que se manifiesta en todo lo que hacemos. Nuestra vida diaria debe ser un testimonio vivo de la grandeza de nuestro Dios. Cada paso que damos, cada palabra que hablamos y cada decisión que tomamos deben reflejar la presencia de Cristo en nosotros.

Cuando enfrentamos desafíos y dificultades, el Salmo 115:17 nos recuerda que debemos mantenernos firmes en nuestra fe y continuar alabando a Dios en todo momento. Incluso en medio de la adversidad, podemos encontrar consuelo y fortaleza en su presencia. Nuestro testimonio de fe en momentos difíciles puede ser una fuente de inspiración para aquellos que nos rodean y una oportunidad para glorificar a Dios.

Queridos hermanos y hermanas, no dejemos que la rutina de la vida nos impida apreciar la maravillosa oportunidad de alabar a nuestro Señor. El Salmo 115:17 es un recordatorio constante de que mientras estemos vivos, tenemos la responsabilidad de ser luz en medio de la oscuridad y alabar a Dios con todo nuestro ser.

Que nuestras vidas sean un testimonio vivo de la verdad contenida en el Salmo 115:17. Que nuestra adoración y alabanza resuenen en cada rincón de nuestras vidas, llevando esperanza y salvación a aquellos que aún no conocen al Señor.

En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos siempre la importancia de alabar a Dios en todo momento y en todas las circunstancias. Aprovechemos cada oportunidad para ser testigos vivos de su amor y gracia. Que nuestras vidas sean una muestra viva de la grandeza de nuestro Dios. Que el Salmo 115:17 sea una guía constante en nuestras vidas, recordándonos la responsabilidad y el privilegio que tenemos como creyentes vivos de glorificar y alabar al Señor.

Salmo 115:17 – “No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio.”

¡Que Dios les bendiga abundantemente!

Salmo 115:17 – “No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio.”