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Salmo 119:9-16: ¡Guía tu camino con la palabra divina!


Salmo 119:9-16 – «¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Bendito tú, oh Jehová; enséñame tus estatutos. Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy, nos encontramos frente a un pasaje poderoso y transformador de la Biblia, el Salmo 119:9-16. Este salmo nos muestra el camino para que los jóvenes y todos aquellos que deseen caminar en la voluntad de Dios encuentren limpieza y dirección en sus vidas.

El primer versículo nos hace una pregunta fundamental: «¿Con qué limpiará el joven su camino?». La respuesta se encuentra en la segunda parte del versículo, «Con guardar tu palabra». Aquí, se nos revela que la Palabra de Dios es el instrumento principal para purificar y guiar nuestras vidas. Es a través de la lectura y la meditación en la Palabra que encontramos la sabiduría divina y las instrucciones para vivir rectamente.

El salmista continúa diciendo: «Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos». Esta declaración refleja una actitud de búsqueda constante de la presencia de Dios. Es un llamado a mantener nuestros ojos, nuestros pensamientos y nuestros corazones enfocados en Él. No debemos permitir que nada nos aparte de Su voluntad y de Sus mandamientos.

Además, el salmista declara: «En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti». Aquí, se resalta la importancia de guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones. Al hacerlo, nos protegemos del pecado y nos mantenemos firmes en nuestra fe. La Palabra de Dios es una espada poderosa que nos ayuda a resistir las tentaciones y a permanecer en el camino correcto.

En el Salmo 119:12, encontramos una súplica: «Bendito tú, oh Jehová; enséñame tus estatutos». Esta oración nos muestra la humildad y el deseo de aprender y crecer en la Palabra de Dios. Es un reconocimiento de que necesitamos la guía y la enseñanza de nuestro Señor para vivir una vida justa y agradable a Sus ojos.

El salmista continúa diciendo: «Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca». Aquí, se destaca la importancia de declarar y proclamar la Palabra de Dios. Nuestras palabras tienen poder, y cuando hablamos las verdades de Dios, estamos fortaleciendo nuestra fe y compartiendo la verdad con aquellos que nos rodean.

En el versículo 14, el salmista expresa su gozo en el camino de los testimonios de Dios. Este versículo nos invita a regocijarnos en la Palabra de Dios y a encontrar nuestra satisfacción y plenitud en ella. Más que cualquier riqueza material, la Palabra de Dios nos brinda una alegría duradera y un propósito eterno.

El salmo concluye con una promesa: «No me olvidaré de tus palabras». Esta declaración es un compromiso de fidelidad y constancia en la búsqueda y la obediencia a la Palabra de Dios. No debemos permitir que las distracciones del mundo nos aparten de Su verdad. Mantengamos la Palabra de Dios en nuestros corazones y en nuestras mentes, y vivamos de acuerdo con ella en cada aspecto de nuestras vidas.

En resumen, el Salmo 119:9-16 nos presenta un camino claro y poderoso para caminar en la voluntad de Dios. Nos recuerda que la Palabra de Dios es nuestra guía, nuestra protección y nuestra alegría. Nos insta a buscar constantemente la presencia de Dios, a guardar Sus mandamientos en nuestros corazones y a proclamar Su verdad con nuestras palabras. Que este pasaje nos inspire y nos impulse a vivir una vida que honre y glorifique a nuestro amado Señor.

Así que, hermanos y hermanas, recuerden siempre el Salmo 119:9-16 en sus caminos. Guarden la Palabra de Dios en sus corazones y mediten en ella día y noche. Que la Palabra del Señor sea su guía y su consuelo en todo momento. No olviden que es a través de la Palabra de Dios que encontramos limpieza, dirección y gozo en nuestras vidas.

«¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.» (Salmo 119:9)

Que Dios les bendiga abundantemente.

Salmo 119:9-16 – «¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Bendito tú, oh Jehová; enséñame tus estatutos. Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.»