Salmo 135 Reina Valera: Alabad el nombre de Jehová; alabadle, siervos de Jehová.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes la inspiración que encontramos en el Salmo 135 de la Reina Valera. Este salmo nos invita a alabar y adorar el nombre de Jehová, reconociendo su grandeza y poder en nuestras vidas.
En primer lugar, el Salmo 135 nos recuerda la importancia de alabar a nuestro Dios. El versículo 1 nos exhorta a «alabar el nombre de Jehová», reconociendo que él es digno de toda alabanza y adoración. A través de la alabanza, podemos expresar nuestro agradecimiento y reverencia hacia Dios, reconociendo su soberanía y amor inagotable.
Alabemos a Jehová por su creación maravillosa. El versículo 6 nos recuerda que «todo lo que Jehová quiere, lo hace». Desde el firmamento hasta los mares y las montañas, toda la creación revela la grandeza de nuestro Dios. Cada vez que observamos la belleza de la naturaleza, podemos ver el amor y la sabiduría de nuestro Creador.
Además, el Salmo 135 nos anima a recordar las obras poderosas de Dios en la historia de su pueblo. En el versículo 8 leemos: «Él hirió a los primogénitos de Egipto, desde los hombres hasta las bestias». Este recordatorio nos ayuda a apreciar el poder y la fidelidad de Dios en la liberación de su pueblo Israel de la esclavitud en Egipto. A lo largo de la Biblia, vemos cómo Dios interviene en la vida de su pueblo, guiándolos, protegiéndolos y mostrando su amor incondicional.
Asimismo, el Salmo 135 nos enseña la importancia de confiar en Dios en medio de las dificultades. En el versículo 7 leemos: «Él hace subir las nubes de los extremos de la tierra; hace los relámpagos para la lluvia». Estas palabras nos recuerdan que Dios tiene el control sobre todas las situaciones, incluso cuando enfrentamos tormentas en nuestras vidas. Podemos encontrar consuelo y fortaleza en su presencia, confiando en que él nos guiará y nos sostendrá en medio de cualquier adversidad.
Hermanos y hermanas, el Salmo 135 nos invita a alabar y adorar a Jehová, recordando su grandeza, poder y fidelidad. Alabemos su nombre con gozo y gratitud, reconociendo que él es nuestro Dios y Padre amoroso. En cada momento de nuestras vidas, podemos encontrar consuelo y esperanza en su presencia.
Así que, en medio de cualquier circunstancia, recordemos las palabras del Salmo 135 y alabemos a Jehová. Que nuestras vidas sean un testimonio vivo de su amor y fidelidad. Que nuestras acciones y palabras reflejen la alegría y gratitud que sentimos por tener a Dios como nuestro Salvador y Señor.
En conclusión, el Salmo 135 Reina Valera nos llama a alabar y adorar el nombre de Jehová. Recordemos su grandeza, poder y fidelidad en nuestras vidas. Confíemos en él en medio de las dificultades y encontremos consuelo en su presencia. Que nuestras vidas sean una expresión continua de alabanza y gratitud hacia nuestro Dios. Alabemos a Jehová, siervos suyos, y exaltemos su nombre por siempre.
Salmo 135 Reina Valera: Alabad el nombre de Jehová; alabadle, siervos de Jehová.