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Salmo 138 NVI: Un Canto de Gratitud y Amor


Salmo 138 NVI: La Gracia y Fidelidad de Dios

¡Bendito sea el Señor! ¡Demos gracias al Dios de todo corazón! En la presencia de los ángeles te alabaré, Señor. Me postraré ante tu santo templo y alabaré tu nombre por tu amor y tu fidelidad. Porque has engrandecido tu nombre y tu palabra por encima de todo. El día en que te clamé, me respondiste; me fortaleciste.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un salmo que nos llena de gratitud y confianza en nuestro Dios. El Salmo 138 nos muestra la grandeza y fidelidad de nuestro Padre celestial, quien siempre escucha nuestras oraciones y nos fortalece en los momentos de dificultad.

En este salmo, el salmista expresa su profunda gratitud hacia el Señor por su amor y fidelidad. Él reconoce que Dios ha engrandecido su nombre y su palabra por encima de todo. ¡Qué hermoso es saber que tenemos un Dios que es digno de toda alabanza y adoración! Su amor y fidelidad son inmutables, y podemos confiar plenamente en su poder y cuidado.

Cuando el salmista clama al Señor, él experimenta la respuesta de Dios. El texto bíblico nos dice: «El día en que te clamé, me respondiste; me fortaleciste». Qué maravilloso es saber que tenemos un Dios que siempre está dispuesto a escucharnos y responder a nuestras necesidades. Él no sólo nos escucha, sino que también nos fortalece en medio de nuestras debilidades. En los momentos de angustia y aflicción, podemos confiar en su poder para sostenernos y guiarnos.

Hermanos y hermanas, el Salmo 138 también nos enseña la importancia de la humildad y la adoración en nuestra relación con Dios. El salmista declara: «Me postraré ante tu santo templo y alabaré tu nombre». Reconocer la grandeza y la santidad de Dios nos ayuda a poner nuestras vidas en perspectiva y a adorarle con reverencia y gratitud. Cuando nos postramos ante su presencia, reconocemos que él es el único digno de toda alabanza y adoración.

Además, este salmo nos recuerda que Dios está atento a nuestras vidas y a nuestras circunstancias. El salmista declara: «En el día que clamé, te respondiste; me fortaleciste». No importa cuán difíciles sean nuestras situaciones, podemos estar seguros de que Dios está con nosotros y nos fortalecerá. No estamos solos en nuestras luchas y pruebas, porque tenemos un Dios que siempre está dispuesto a extendernos su gracia y su poder.

Queridos hermanos y hermanas, al contemplar las palabras del Salmo 138, somos desafiados a vivir una vida de gratitud y confianza en nuestro Dios. Reconozcamos su grandeza y fidelidad en nuestras vidas, y acerquémonos a él en humildad y adoración. Clamemos a él en nuestras necesidades, sabiendo que él responderá y nos fortalecerá. No importa cuán grandes sean los obstáculos que enfrentemos, confiemos en su gracia y poder para guiarnos y protegernos.

En conclusión, el Salmo 138 nos inspira a vivir una vida de gratitud y confianza en nuestro Dios. Reconozcamos su grandeza y fidelidad, y acerquémonos a él en humildad y adoración. Clamemos a él en nuestras necesidades, sabiendo que él responderá y nos fortalecerá. Que esta verdad sea una fuente de esperanza y consuelo en nuestras vidas. ¡Bendito sea el Señor!

Salmo 138 NVI: «¡Bendito sea el Señor! ¡Demos gracias al Dios de todo corazón! En la presencia de los ángeles te alabaré, Señor. Me postraré ante tu santo templo y alabaré tu nombre por tu amor y tu fidelidad. Porque has engrandecido tu nombre y tu palabra por encima de todo. El día en que te clamé, me respondiste; me fortaleciste.»