Salmo 138:7 – “Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.”
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes las palabras del Salmo 138:7, un versículo lleno de esperanza y consuelo en medio de las dificultades que enfrentamos en nuestra vida diaria. En este Salmo, el salmista nos recuerda que, aún en medio de la angustia, podemos confiar en la fidelidad y el poder de nuestro amado Señor.
La vida está llena de altibajos, momentos de alegría y momentos de tristeza. En ocasiones, nos encontramos en medio de situaciones que nos causan angustia y nos hacen sentir desamparados. Puede ser la pérdida de un ser querido, problemas financieros, conflictos familiares o cualquier otra dificultad que nos haga sentir abrumados. Sin embargo, en esos momentos de aflicción, el salmista nos asegura que Dios nos vivificará.
Cuando nos encontramos en medio de la angustia, es fácil dejarnos llevar por el desánimo y la desesperación. Pero en lugar de rendirnos ante las circunstancias, debemos recordar que tenemos un Dios que nos ama y está dispuesto a extendernos su mano poderosa. Él nos da vida y fortaleza para seguir adelante, incluso cuando parece imposible. Su amor y poder son infinitos, y Él nunca nos abandonará.
En nuestra caminata cristiana, también nos encontramos con enemigos espirituales que intentan socavar nuestra fe y separarnos del amor de Dios. Estos enemigos pueden venir en forma de tentaciones, dudas o incluso personas que se oponen a nuestra fe. Pero el salmista nos asegura que Dios extenderá su mano contra la ira de nuestros enemigos. Él luchará por nosotros y nos protegerá de cualquier mal que nos rodee.
No importa qué desafíos o dificultades enfrentemos, podemos encontrar consuelo en el hecho de que Dios nos salvará. Su diestra poderosa está lista para intervenir en nuestra vida y traernos salvación. No estamos solos en nuestra lucha, porque Dios está de nuestro lado, dispuesto a pelear nuestras batallas y guiarnos hacia la victoria.
Hermanos y hermanas, cuando nos enfrentamos a momentos de angustia y adversidad, recordemos el Salmo 138:7. Recordemos que Dios nos vivificará, extenderá su mano contra nuestros enemigos y nos salvará. No importa cuán oscuro sea el camino, Él es nuestra luz y nuestro refugio. Confíemos en su fidelidad y entreguemos nuestras preocupaciones en sus manos amorosas.
Que este Salmo sea un recordatorio constante de la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas. Que nos inspire a confiar en Él en todo momento y a encontrar consuelo en su amor incondicional. Aunque el camino sea difícil, nuestro Señor nos sostendrá y nos llevará a través de cualquier tormenta. No hay nada imposible para Él.
En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos el Salmo 138:7: “Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.” Confíemos en las promesas de Dios y permitamos que su palabra nos guíe en cada paso que damos. ¡Que Dios les bendiga abundantemente!
Salmo 138:7 – “Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.”