Conéctate Con Dios

Salmo 139:1-6: La Impactante Revelación de Dios en Tu Vida


Salmo 139:1-6: «Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos entiendes mis pensamientos. Mi caminar y mi acostarme has escudriñado, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy nos sumergiremos en el maravilloso Salmo 139:1-6, en el cual el salmista David nos muestra la profunda relación que tiene con Dios. Este salmo nos invita a reflexionar sobre el conocimiento íntimo que Dios tiene de nosotros y cómo esto puede impactar nuestras vidas de manera significativa.

En el versículo 1, David comienza afirmando: «Oh Jehová, tú me has examinado y conocido». Esta declaración nos revela que Dios no solo nos conoce superficialmente, sino que nos ha examinado minuciosamente. Él conoce cada uno de nuestros pensamientos, cada una de nuestras acciones y cada uno de nuestros caminos. Nada escapa a Su conocimiento. Esto nos muestra cuán cercano y personal es nuestro Dios. Él está siempre presente en nuestras vidas, atento a cada detalle.

En los versículos 2 y 3, David continúa diciendo: «Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos entiendes mis pensamientos. Mi caminar y mi acostarme has escudriñado, y todos mis caminos te son conocidos». Aquí, David reconoce que Dios no solo conoce nuestras acciones externas, sino también nuestros pensamientos más íntimos. No importa dónde estemos o qué estemos haciendo, Dios está allí, escudriñando nuestro corazón. Esto nos recuerda que no hay lugar en el cual podamos escondernos de Su presencia. Su amor y cuidado nos acompañan en cada paso que damos.

En el versículo 4, David expresa: «Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda». Aquí, David muestra su asombro por la omnisciencia de Dios. Incluso antes de que una palabra salga de nuestra boca, Dios ya la conoce. Él comprende nuestros pensamientos aún antes de que los articulemos. Esto nos revela el nivel de intimidad que Dios desea tener con nosotros. Él está interesado en cada detalle de nuestras vidas, incluso en aquellos que no podemos expresar con palabras.

En los versículos 5 y 6, David declara: «Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender». Aquí, David se maravilla por la presencia constante de Dios en su vida. No importa dónde vaya, Dios siempre está allí, rodeándolo con Su amor y protección. David reconoce que el conocimiento de Dios es tan profundo y maravilloso que está más allá de su capacidad de comprensión. Esto nos muestra la grandeza y majestuosidad de nuestro Dios, quien nos acompaña en cada paso de nuestro camino.

Queridos hermanos y hermanas, este Salmo 139:1-6 nos recuerda que nuestro Dios es un Dios personal, que nos conoce íntimamente. No hay pensamiento, acción o camino que escape a Su conocimiento. Él está siempre presente en nuestras vidas, protegiéndonos y guiándonos. Su amor y cuidado son inagotables. Permítannos recordar estas palabras de David en nuestro caminar diario y confiar en el poder y la fidelidad de nuestro Dios.

En conclusión, el Salmo 139:1-6 nos invita a reflexionar sobre la profunda relación que tenemos con Dios. Nos muestra Su conocimiento íntimo de nosotros y Su presencia constante en nuestras vidas. Que estas palabras del salmista David nos inspiren a buscar una relación más cercana con nuestro Creador y confiar en Su amor y cuidado incondicional. Que podamos recordar siempre que somos conocidos y amados por un Dios que está más allá de nuestra comprensión. Amen.

Salmo 139:1-6: «Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos entiendes mis pensamientos. Mi caminar y mi acostarme has escudriñado, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.»