Salmo 139:10 – «Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.» (RVR 1960)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una verdad poderosa que se encuentra en el Salmo 139:10. Esta breve pero profunda declaración nos recuerda que no importa dónde estemos en la vida, Dios siempre está presente y dispuesto a guiarnos y sostenernos.
En nuestra caminata diaria, enfrentamos numerosos desafíos y dificultades. A veces podemos sentirnos perdidos, desamparados o sin dirección. Sin embargo, el Salmo 139:10 nos asegura que incluso en los lugares más oscuros o desconocidos, Dios nos guiará con su mano amorosa.
Imaginen estar en medio de un denso bosque en la oscuridad de la noche. No hay caminos ni señales visibles para seguir. El miedo y la incertidumbre pueden inundar nuestros corazones. Pero en ese momento de angustia, podemos recordar el Salmo 139:10 y confiar en que Dios está allí, listo para tomarnos de la mano y guiarnos hacia la luz.
La mano de Dios no solo nos guía, sino que también nos sostiene. En los momentos de debilidad, cuando sentimos que no podemos seguir adelante, Dios nos aferra con su diestra poderosa. Su amor y cuidado nos sostienen, dándonos la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo.
No importa cuán perdidos o desorientados nos sintamos, podemos estar seguros de que Dios nunca nos abandonará. Él es nuestro pastor fiel, el que nos conoce íntimamente y nos guía por sendas de justicia. Incluso en los momentos más oscuros de nuestra vida, su luz siempre prevalecerá.
Cuando enfrentemos situaciones difíciles o desconocidas, recordemos el Salmo 139:10 y declaremos con confianza: «Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra». No importa cuán complicada o imposible parezca la situación, Dios está a nuestro lado, listo para guiarnos y sostenernos.
En nuestras relaciones personales, también podemos aplicar esta verdad. A veces, podemos encontrarnos en situaciones en las que no sabemos qué decir o cómo actuar. Podemos temer el rechazo o el malentendido. Pero, recordemos que Dios está presente incluso en esas circunstancias y puede guiarnos para hacer y decir lo correcto.
Como ministros de Cristo, es nuestra responsabilidad compartir esta verdad con aquellos que nos rodean. Hay personas en nuestro entorno que pueden sentirse perdidas, desesperadas o sin esperanza. Pero podemos llevarles el mensaje de que Dios está siempre dispuesto a tomarles de la mano y guiarles hacia la luz.
En resumen, el Salmo 139:10 nos recuerda que no importa dónde estemos en la vida, Dios siempre está presente y dispuesto a guiarnos y sostenernos. Su mano amorosa nos guía en medio de la oscuridad y su diestra poderosa nos sostiene cuando nos sentimos débiles. Recordemos esta verdad cada día y confiemos en que Dios nos llevará a través de cualquier situación que enfrentemos.
Queridos hermanos y hermanas, que el Salmo 139:10 sea un recordatorio constante de la fidelidad y el amor incondicional de Dios hacia nosotros. No importa cuán perdidos o desorientados nos sintamos, él siempre está a nuestro lado, listo para llevarnos de la mano y guiarnos hacia la luz. ¡Confíen en él y permitan que su guía y sostén sean su fortaleza en todo momento!
«Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.» (Salmo 139:10, RVR 1960)
Que la paz y el amor de Dios les acompañe siempre.
Hermano/a en Cristo.