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Salmo 14:1 revela la verdad oculta


Salmo 14:1 – ¡Dice el necio en su corazón: «No hay Dios»! Corrompidos están, hacen abominable maldad; no hay quien haga lo bueno.

¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo, que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo sean con todos ustedes! Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que se encuentra en el Salmo 14:1, y es el llamado a reconocer la existencia de Dios en nuestras vidas.

En este Salmo, el salmista nos advierte sobre la actitud del necio, aquel que niega la existencia de Dios en su corazón. Es triste ver cómo hay personas que se engañan a sí mismas, creyendo que pueden vivir sin un Creador, sin un guía divino que les dé sentido y propósito a sus vidas. Pero la realidad es que, sin Dios, nuestras vidas se vuelven corruptas y abominables.

El necio, en su arrogancia y ceguera espiritual, se entrega a la maldad y al pecado. La Palabra de Dios nos dice que no hay quien haga lo bueno sin la presencia y el poder de Dios en su vida. Es solo a través de la fe en Jesús como nuestro Salvador y Señor que podemos ser liberados de la corrupción y encontrar la fuerza para hacer lo que es bueno y agradable a los ojos de Dios.

Mis amados hermanos y hermanas, es crucial que reconozcamos la realidad de la existencia de Dios. Él no es solo una idea abstracta o una ilusión creada por la mente humana. Nuestro Dios es real y vivo, y su amor y poder son capaces de transformar nuestras vidas por completo. Sin Dios, estamos destinados a la destrucción y a vivir en la oscuridad.

Pero gracias a la gracia de Dios, podemos experimentar su presencia en nuestras vidas. Cuando abrimos nuestros corazones y le entregamos nuestra fe, Dios viene a morar en nosotros por medio del Espíritu Santo. Es a través de esta comunión con Dios que encontramos fortaleza, sabiduría y dirección para vivir una vida que le honre y le glorifique.

Hermanos y hermanas, no permitamos que el engaño del necio nos alcance. No caigamos en la trampa de creer que podemos vivir sin Dios. Reconozcamos su existencia y su poder en nuestras vidas. Abracemos su amor y su gracia, y permitamos que transforme nuestros corazones y nos guíe en cada paso que damos.

Cuando reconocemos a Dios en nuestras vidas, experimentamos una paz y una alegría que trascienden cualquier circunstancia. Nuestro enfoque cambia de nuestras propias preocupaciones y deseos egoístas hacia los planes y propósitos de Dios para nosotros. Nos convertimos en instrumentos de su amor y misericordia, y podemos impactar el mundo a nuestro alrededor de una manera significativa.

Así que, hermanos y hermanas, hoy les animo a meditar en el Salmo 14:1. Reconozcamos la existencia de Dios en nuestras vidas y permitamos que su presencia transforme nuestro ser. No seamos necios en nuestros corazones, sino sabios en la verdad y el amor de nuestro Padre celestial.

Recordemos siempre que «Dios existe, y su poder y amor son reales». No hay razón para dudar o negar su existencia. Abracemos la verdad de su Palabra y vivamos una vida que refleje su gloria y su amor.

Que el Salmo 14:1 sea nuestro recordatorio constante de la realidad de Dios en nuestras vidas. No olvidemos que sin Él, estamos perdidos y destinados a la oscuridad. Pero con Él, tenemos esperanza, propósito y vida eterna.

¡Bendiciones a todos ustedes, amados hermanos y hermanas en Cristo!

Salmo 14:1 – ¡Dice el necio en su corazón: «No hay Dios»! Corrompidos están, hacen abominable maldad; no hay quien haga lo bueno.

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