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Salmo 22 NVI: Una poderosa invocación divina en momentos de angustia


Salmo 22 Nvi: Una Experiencia de Esperanza y Confianza en Dios

¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una porción de las Sagradas Escrituras que nos brinda una profunda inspiración y fortaleza en tiempos de dificultad. Es el Salmo 22 Nvi, un salmo lleno de esperanza y confianza en nuestro Dios amoroso y fiel.

El Salmo 22 Nvi comienza con las palabras poderosas y conmovedoras de nuestro Señor Jesucristo en la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» (Salmo 22:1 Nvi). Estas palabras pueden parecer de angustia, pero en realidad nos revelan el corazón del Salvador. Jesús, en ese momento de profundo sufrimiento, no solo está reconociendo su relación íntima con el Padre, sino que también está cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento.

En este salmo, el salmista expresa su dolor y su sensación de abandono, pero a medida que avanza, su enfoque cambia de su sufrimiento a la grandeza y fidelidad de Dios. En medio de su angustia, el salmista declara: «Pero tú eres santo, entronizado entre las alabanzas de Israel» (Salmo 22:3 Nvi). A pesar de las circunstancias adversas, el salmista reconoce que Dios es digno de ser alabado y adorado. ¡Qué ejemplo tan poderoso para nosotros hoy en día!

Hermanos y hermanas, en momentos de dificultad, es fácil caer en la desesperación y la tristeza. Sin embargo, el Salmo 22 Nvi nos recuerda que nuestro enfoque debe estar en la grandeza y fidelidad de nuestro Dios, en lugar de centrarnos en nuestras circunstancias presentes. No importa lo que estemos atravesando, debemos elevar nuestra voz en alabanza y adoración a Aquel que es santo y digno de toda gloria.

Además, el Salmo 22 Nvi también nos enseña que Dios está cerca de nosotros, incluso en los momentos más oscuros de nuestra vida. El salmista declara: «Pero tú me sacaste del vientre; me hiciste confiar en ti aun desde el seno de mi madre» (Salmo 22:9 Nvi). Estas palabras nos revelan el amor y la providencia de Dios, quien nos ha formado y nos ha dado vida. Incluso antes de nacer, Dios ya estaba cuidando de nosotros y preparando el camino para nuestra salvación.

Por lo tanto, amados hermanos y hermanas, no importa cuán sombrías sean nuestras circunstancias, debemos recordar que Dios está con nosotros. Él nunca nos abandona ni nos olvida. Como dice el salmista: «Sin embargo, tú eres mi Dios desde antes de mi nacimiento; desde el vientre de mi madre tú has sido mi Dios» (Salmo 22:10 Nvi). Estas palabras nos animan a confiar plenamente en el Señor, sabiendo que Él tiene un plan perfecto para nuestras vidas y que siempre nos sostendrá con su amor inagotable.

En conclusión, el Salmo 22 Nvi nos invita a mantener nuestra esperanza y confianza en Dios, incluso en medio de las pruebas y dificultades. A través de este salmo, aprendemos a enfocarnos en la grandeza y fidelidad de nuestro Padre celestial, en lugar de nuestras circunstancias presentes. Recordemos siempre que Dios está con nosotros, Él nos ha formado y nos cuida en todo momento. ¡Qué maravilloso es nuestro Dios!

Hermanos y hermanas, que el Salmo 22 Nvi sea un recordatorio constante de que nuestro Dios es digno de ser alabado y adorado en todas las circunstancias de la vida. Mantengamos nuestra fe y confianza en Él, y veremos cómo su amor y su poder se manifiestan en nuestras vidas. ¡Gloria a Dios!

Salmo 22 Nvi: «Pero tú eres santo, entronizado entre las alabanzas de Israel» (Salmo 22:3 Nvi).

Salmo 22 Nvi: «Pero tú me sacaste del vientre; me hiciste confiar en ti aun desde el seno de mi madre» (Salmo 22:9 Nvi).

Salmo 22 Nvi: «Sin embargo, tú eres mi Dios desde antes de mi nacimiento; desde el vientre de mi madre tú has sido mi Dios» (Salmo 22:10 Nvi).