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Salmo 23 y 91: Refugio y Protección en la Biblia Católica


Salmo 23 y 91 de la Biblia Católica: Refugio y Esperanza en Dios

¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes la maravillosa promesa de protección y provisión que encontramos en los Salmos 23 y 91 de la Biblia Católica. Estos salmos nos recuerdan que, sin importar las circunstancias que enfrentemos, Dios está siempre con nosotros, guiándonos y cuidándonos en todo momento.

El Salmo 23, conocido como el «Salmo del Buen Pastor», nos muestra el amor y la dedicación de Dios hacia su pueblo. En este salmo, el rey David expresa su confianza en Dios como su pastor, que lo cuida, protege y suple todas sus necesidades. David nos dice: «El Señor es mi pastor; nada me faltará» (Salmo 23:1).

Imaginen la imagen de un pastor cuidando de sus ovejas, guiándolas hacia pastos verdes y aguas tranquilas. Así es como Dios cuida de nosotros, sus amados hijos. Él nos guía por caminos justos y nos ofrece descanso en medio de las dificultades. Aunque atravesemos valles oscuros y peligrosos, no debemos temer, porque Dios está con nosotros. David nos asegura: «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo» (Salmo 23:4).

En momentos de incertidumbre y angustia, debemos recordar que nuestro buen pastor está siempre a nuestro lado. Él nos consuela y nos fortalece, dándonos paz en medio de la tormenta. No importa cuán difícil sea la situación, podemos confiar en que Dios nos proveerá y nos protegerá.

El Salmo 91, por su parte, nos habla de la seguridad que encontramos en la presencia de Dios. En este salmo, el salmista nos muestra cómo aquellos que se refugian en el Altísimo pueden confiar en su protección. El salmista declara: «El que habita al abrigo del Altísimo, se acoge a la sombra del Todopoderoso» (Salmo 91:1).

Cuando nos refugiamos en Dios, encontramos un lugar seguro donde podemos descansar y ser protegidos. Él nos guarda de todo mal y nos libra de enfermedades y calamidades. El salmista nos dice: «No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada» (Salmo 91:10). En medio de los peligros y las adversidades de este mundo, Dios es nuestro escudo y nuestra salvación.

Amados hermanos y hermanas, en estos tiempos de incertidumbre y desafíos, debemos aferrarnos a la promesa de protección y provisión que encontramos en los Salmos 23 y 91 de la Biblia Católica. Debemos recordar que Dios es nuestro pastor, nuestro refugio y nuestra fortaleza. Él nos guía, nos protege y nos suple en todo momento.

No importa cuáles sean las circunstancias que enfrentemos, podemos confiar en que Dios está con nosotros. Él nos dará fuerzas para enfrentar cualquier desafío y nos llevará a la victoria. En medio de la adversidad, debemos recordar las palabras del salmista: «Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos» (Salmo 91:11).

Queridos hermanos y hermanas, pongamos nuestra confianza en Dios y su palabra. Aferrémonos a los Salmos 23 y 91 de la Biblia Católica como una fuente de inspiración y esperanza. Que estos salmos nos recuerden que, aunque atravesemos valles oscuros, Dios está con nosotros. Él es nuestro pastor y nuestro refugio, y en Él encontramos paz y seguridad.

Que el Señor, nuestro buen pastor, nos guíe y nos proteja en cada paso del camino. Que su amor y su cuidado nos envuelvan, dándonos fortaleza y esperanza en medio de cualquier situación que enfrentemos. Amén.

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