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Salmo 25:4-5: Encuentra dirección divina y sabiduría


Title: Encomienda tus caminos al Señor: Salmo 25:4-5

Salmo 25:4-5 (Reina Valera) «Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy les traigo un mensaje de esperanza y confianza en nuestro amado Señor. En el Salmo 25:4-5, el salmista David nos enseña una importante lección: debemos encomendar nuestros caminos al Señor y confiar en su guía y dirección en nuestras vidas.

En ocasiones, nos encontramos perdidos y confundidos en medio de las decisiones y desafíos de la vida. Nos enfrentamos a encrucijadas y no sabemos qué camino tomar. Pero en medio de nuestra incertidumbre, podemos encontrar consuelo en estas palabras: «Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.»

A menudo, buscamos soluciones y respuestas en nuestras propias fuerzas y sabiduría limitada. Pero el salmista nos recuerda que la verdadera sabiduría y dirección provienen de Dios. Él es el único que puede mostrarnos el camino correcto y enseñarnos sus sendas de verdad. Cuando confiamos en nuestras propias capacidades, podemos extraviarnos y tomar decisiones equivocadas. Pero cuando confiamos en el Señor y buscamos su guía, podemos estar seguros de que nos conducirá por el camino correcto.

Además, el Salmo 25:4-5 nos invita a encomendar nuestros caminos al Señor. Esto implica dejar nuestras preocupaciones y cargas en sus manos, sabiendo que él cuidará de nosotros y nos dará la dirección que necesitamos. No debemos aferrarnos a nuestras propias formas y planes, sino confiar en la voluntad perfecta de Dios para nuestras vidas.

Encomendar nuestros caminos al Señor no significa que seremos exentos de dificultades y desafíos. Sin embargo, cuando confiamos en él, podemos estar seguros de que no caminaremos solos. Él nos guiará y nos sostendrá en cada paso del camino. Como dice el salmista: «Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación.»

Nuestro Señor es fiel y digno de confianza. Él es el Dios de nuestra salvación, el que nos rescató y nos redimió a través de Jesucristo. Si confiamos en él, podemos estar seguros de que siempre nos conducirá por el camino correcto. Encomendar nuestros caminos al Señor no es solo un acto de fe, sino también una expresión de gratitud por su amor y fidelidad hacia nosotros.

En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos siempre las palabras del Salmo 25:4-5. Encomendemos nuestros caminos al Señor y confiemos en su guía y dirección en nuestras vidas. No busquemos respuestas en nuestras propias fuerzas, sino en la sabiduría de Dios. Él nos mostrará el camino correcto y nos enseñará sus sendas de verdad.

«Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.»

Que estas palabras del salmista sean una guía constante en nuestras vidas. Que encomendemos nuestros caminos al Señor y confiemos en su amor y fidelidad. Que él nos conduzca por sus caminos de verdad y nos dé la sabiduría y dirección que necesitamos.

Que Dios los bendiga abundantemente.

Salmo 25:4-5 (Reina Valera): «Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.»