Salmo 37:27 – “Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.”
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy, quiero compartir con ustedes un pasaje inspirador de la Palabra de Dios, el Salmo 37:27. Este versículo nos insta a apartarnos del mal y hacer el bien, prometiéndonos una vida eterna. Es una exhortación poderosa que nos recuerda nuestro llamado como seguidores de Cristo y nos desafía a vivir de una manera que honre a nuestro Salvador.
En un mundo lleno de tentaciones y pecado, es fácil caer en la trampa del mal. La sociedad nos bombardea constantemente con mensajes que nos invitan a buscar nuestro propio beneficio a expensas de los demás. Sin embargo, como cristianos, estamos llamados a ser diferentes. Estamos llamados a alejarnos del mal, a rechazar las tentaciones y a seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
Apartarse del mal implica tomar decisiones conscientes y deliberadas para no participar en actividades que desagraden a Dios. Significa resistir la presión de conformarnos con los valores del mundo y en cambio, vivir de acuerdo a los mandamientos de Dios. Esto puede implicar renunciar a ciertos placeres temporales o tal vez enfrentar la oposición de aquellos que no entienden nuestra fe. Pero, como el Salmo 37:27 nos asegura, el resultado final es una vida eterna junto a nuestro amado Padre celestial.
Sin embargo, no basta con simplemente evitar el mal. El Salmo 37:27 también nos insta a hacer el bien. Esto significa que debemos ser activos en buscar oportunidades para hacer el bien a los demás. Podemos ayudar a los necesitados, consolar a los afligidos, perdonar a quienes nos han lastimado y compartir el amor de Dios con aquellos que lo necesitan. Al hacer el bien, estamos reflejando el carácter de Cristo y mostrando al mundo el amor redentor de nuestro Salvador.
Es importante recordar que nuestra capacidad para apartarnos del mal y hacer el bien proviene de la fortaleza y el poder de Dios en nosotros. No podemos lograrlo por nuestra propia cuenta, sino que necesitamos depender totalmente de la gracia y el Espíritu Santo para guiarnos. Como dice Filipenses 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Cuando confiamos en Dios y buscamos su guía, él nos dará la fuerza y la sabiduría necesarias para vivir según su voluntad.
Entonces, queridos hermanos y hermanas, les animo a que tomen en serio la exhortación del Salmo 37:27. Apártense del mal y hagan el bien, no solo por el beneficio personal, sino como una forma de honrar a Dios y mostrar su amor al mundo. No se dejen desanimar por las dificultades o las tentaciones que puedan enfrentar, porque tenemos la promesa de una vida eterna junto a nuestro amado Padre celestial.
Que este pasaje de la Escritura sea un recordatorio constante en nuestras vidas. Que nos inspire a vivir de una manera que agrade a Dios y que sea un testimonio vivo de su amor y redención. Que nuestras acciones reflejen la gracia y la misericordia que hemos recibido a través de Jesucristo.
En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos siempre el poderoso mensaje de Salmo 37:27: “Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre”. Que este pasaje sea un faro de luz en medio de la oscuridad, guiándonos hacia una vida que glorifica a Dios y nos lleva a la vida eterna.
Que Dios los bendiga abundantemente mientras buscan apartarse del mal y hacer el bien en todas las áreas de sus vidas. Amén.
Salmo 37:27 – “Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.”