Conéctate Con Dios

Salmo 40:5 revela maravillas: ¡Dios, misericordioso y grandioso!


Salmo 40:5 – «Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.»

¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo, que la paz de nuestro amado Señor Jesucristo esté con todos ustedes!

Hoy, nos encontramos reunidos en comunión para reflexionar sobre la grandiosa promesa que nos regala el Salmo 40:5. En este versículo, el salmista nos revela la magnitud de las maravillas que Dios ha creado y cómo sus pensamientos hacia nosotros son innumerables. Es una expresión de gratitud profunda hacia nuestro Creador, quien nos ha bendecido de una manera tan abundante.

En nuestra vida cotidiana, a menudo nos encontramos enfrentando desafíos y obstáculos que parecen abrumadores. En esos momentos de dificultad, es fácil olvidar las maravillas que Dios ha realizado en nuestras vidas y desesperarnos. Sin embargo, el Salmo 40:5 nos recuerda que Dios es el autor de milagros y que Sus pensamientos hacia nosotros son incontables.

Cuando miramos a nuestro alrededor, podemos ver la evidencia de las maravillas de Dios en cada rincón de la creación. Desde el majestuoso amanecer hasta el hermoso canto de los pájaros, todo nos habla de Su poder y amor. Pero no solo eso, Dios ha obrado maravillas en nuestras vidas de manera personal. Él nos ha salvado, nos ha sanado, nos ha provisto y nos ha guiado en momentos de oscuridad. Sus milagros son innumerables, y cada uno de ellos es un reflejo de Su amor y cuidado por nosotros.

Es importante recordar que no importa cuán grandes sean nuestras dificultades, Dios siempre está con nosotros. Sus pensamientos hacia nosotros son de bondad y misericordia. Él nunca nos abandona, incluso cuando nos encontramos en los valles más oscuros. Él nos fortalece, nos levanta y nos guía hacia la victoria. Cuando clamamos a Él, nos responde con mano extendida y nos llena de Su amor inagotable.

Queridos hermanos y hermanas, en medio de cualquier desafío que estemos enfrentando en este momento, recordemos que Dios ha aumentado Sus maravillas en nuestra vida. No importa cuán imposible parezca la situación, Él tiene un plan perfecto para nosotros. Aunque no podamos enumerar todas las bendiciones que Él ha derramado sobre nosotros, podemos confiar en que Él está obrando en cada detalle para nuestro bien.

Cada uno de nosotros tiene una historia única de cómo Dios ha obrado maravillas en nuestras vidas. A medida que compartimos estas experiencias, inspiramos a otros y les recordamos que Dios es fiel y poderoso. No debemos temer en anunciar y hablar de Sus maravillas, porque a través de nuestras palabras, podemos alentar a otros a confiar en Él y encontrar esperanza en momentos de dificultad.

Así que, hoy, les animo a reflexionar sobre el Salmo 40:5 y agradecer a Dios por Sus maravillas en su vida. No importa cuán pequeñas o grandes sean, cada una de ellas es un testimonio del amor y cuidado de nuestro Padre celestial. No permitamos que nuestras dificultades nos cieguen a Sus bendiciones, sino que mantengamos nuestros ojos y corazones abiertos para reconocer y compartir las maravillas que Dios ha hecho en nosotros.

En conclusión, hermanos y hermanas, recordemos siempre que Dios ha aumentado Sus maravillas en nuestras vidas. Sus pensamientos hacia nosotros son innumerables y Su amor es inagotable. A través de nuestras palabras y testimonios, podemos inspirar a otros a confiar en Él y encontrar esperanza en medio de cualquier dificultad. Sigamos adelante con fe y gratitud, sabiendo que Dios está obrando en cada detalle de nuestras vidas.

Salmo 40:5 – «Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.»

¡Que Dios les bendiga grandemente!

Salmo 40:5 – «Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.»