Conéctate Con Dios

Salmo 65:4 revela el poder de la alabanza divina


Salmo 65:4 (RVR 1960): «Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero hablarles acerca de un versículo bíblico que nos llena de esperanza y nos invita a reflexionar sobre la bendición de habitar en la presencia del Señor. En el Salmo 65:4, el salmista nos dice: «Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo.»

Este pasaje nos muestra la importancia de ser elegidos por Dios y de vivir en Su presencia. Ser escogidos por Dios es un privilegio incomparable, ya que Él nos invita a habitar en Sus atrios, a estar cerca de Él, a ser parte de Su familia. No hay mayor bendición que ser acogidos por el Señor y experimentar Su amor y cuidado en nuestras vidas.

El salmista también nos habla de ser saciados del bien de la casa de Dios y de Su santo templo. El templo era el lugar donde el pueblo de Israel se acercaba a Dios, donde se ofrecían sacrificios y se buscaba Su perdón y dirección. Para nosotros, como creyentes en Cristo, el templo representa la iglesia, el cuerpo de Cristo. Es en la iglesia donde encontramos la comunión con otros creyentes, donde adoramos a Dios y recibimos enseñanzas que nos nutren espiritualmente.

Cuando el salmista habla de ser saciados del bien de la casa de Dios, nos está recordando que en la presencia del Señor encontramos plenitud y satisfacción. En Su casa, somos alimentados con Su Palabra, encontramos consuelo en tiempos de dificultad y recibimos fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida. La presencia de Dios en nuestras vidas es la fuente de todo bien y provisión.

¿Cómo podemos experimentar esta bendición de habitar en los atrios del Señor y ser saciados del bien de Su casa? En primer lugar, necesitamos buscar a Dios con todo nuestro corazón. Debemos anhelar Su presencia y tener un deseo ferviente de conocerle más profundamente. El Salmo 27:4 nos dice: «Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.» Debemos hacer de la búsqueda de Dios nuestra prioridad y dedicar tiempo diario para estar en Su presencia y meditar en Su Palabra.

Además, debemos vivir vidas santas y consagradas a Dios. El Salmo 15:1-2 nos enseña: «Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.» Dios busca aquellos que caminan en integridad y justicia, aquellos que honran Su nombre en todas sus acciones y decisiones. Vivir una vida santa implica renunciar a nuestros propios deseos y seguir los mandamientos de Dios.

Por último, debemos ser parte activa de la iglesia, el cuerpo de Cristo. La comunidad de creyentes es el lugar donde experimentamos la plenitud de la presencia de Dios. Es en la iglesia donde nos animamos mutuamente, donde compartimos nuestras cargas y celebramos las victorias. El Hebreos 10:25 nos exhorta: «No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.» La iglesia es el lugar donde encontramos apoyo espiritual y donde podemos crecer en nuestra relación con Dios.

En conclusión, el Salmo 65:4 nos recuerda la bendición de ser escogidos por Dios y habitar en Su presencia. Al buscar a Dios con todo nuestro corazón, vivir vidas santas y ser parte activa de la iglesia, experimentaremos la plenitud de Su presencia y seremos saciados del bien de Su casa. Que este versículo sea una inspiración para cada uno de nosotros, recordándonos la importancia de buscar a Dios y vivir en comunión con Él.

«Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo.» – Salmo 65:4 (RVR 1960)