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Salmo 68:18 revela un misterio divino


Salmo 68:18 – ¡Bendito sea el Señor que día a día lleva nuestras cargas! Dios es nuestro Salvador.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes un pasaje bíblico que nos ofrece una gran esperanza y consuelo en medio de nuestras luchas diarias. Salmo 68:18 nos dice: «Bendito sea el Señor que día a día lleva nuestras cargas; Dios es nuestro Salvador».

La vida puede ser difícil y a menudo nos encontramos cargados con preocupaciones, tristezas, enfermedades, problemas financieros y muchas otras cargas. A veces, estas cargas pueden parecer demasiado pesadas para soportar, y nos sentimos abrumados y desesperanzados. Pero en medio de todo esto, debemos recordar que tenemos un Dios amoroso y fiel que está dispuesto a llevar nuestras cargas por nosotros.

Cuando el salmista nos dice que Dios lleva nuestras cargas día a día, nos está recordando que no estamos solos en nuestras luchas. Dios está con nosotros en cada paso del camino, sosteniéndonos y dándonos fuerzas para seguir adelante. Él no nos abandona en medio de nuestras dificultades, sino que nos sostiene y nos ayuda a superarlas.

Es importante entender que nuestras cargas no son solo físicas o materiales, sino que también pueden ser emocionales, espirituales y mentales. A veces, llevamos el peso de la ansiedad, el miedo, la culpa o el resentimiento. Pero el Salmo 68:18 nos asegura que Dios es nuestro Salvador, y está dispuesto a librarnos de todas estas cargas.

¿Cómo podemos experimentar esta liberación y descanso en Dios? En primer lugar, debemos acudir a Él en oración y presentarle nuestras cargas. A menudo, tratamos de llevar todo por nosotros mismos, sin darnos cuenta de que Dios está esperando que le entreguemos nuestras preocupaciones. Él quiere que confiemos en Él y le permitamos ser nuestro Salvador.

En segundo lugar, debemos recordar que Dios no solo lleva nuestras cargas, sino que también nos fortalece. En Isaías 40:31 leemos: «Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán». Cuando confiamos en Dios y esperamos en Él, Él nos dará la fuerza para enfrentar cualquier desafío que se nos presente.

Por último, debemos recordar que Dios nos ha dado una comunidad de creyentes para ayudarnos a llevar nuestras cargas. En Gálatas 6:2 se nos exhorta a «llevar los unos las cargas de los otros, y cumplir así la ley de Cristo». No debemos tener miedo de pedir ayuda a nuestros hermanos y hermanas en Cristo cuando nos sentimos abrumados. Juntos, podemos apoyarnos mutuamente y encontrar consuelo en la presencia de Dios.

Queridos hermanos y hermanas, no importa cuál sea la carga que estés llevando en este momento, recuerda que tienes un Dios amoroso y fiel que está dispuesto a llevártela. No tengas miedo de acudir a Él en oración y confiar en Su poder para traer liberación y descanso a tu vida. Permítele ser tu Salvador y fortaleza en medio de todas tus dificultades.

Recuerda las palabras del Salmo 68:18: «Bendito sea el Señor que día a día lleva nuestras cargas; Dios es nuestro Salvador». Medita en estas palabras y permíteles llenar tu corazón de esperanza y consuelo. Confía en Dios y experimentarás Su poder para liberarte y fortalecerte.

Que el Señor te bendiga y te dé la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Salmo 68:18 – ¡Bendito sea el Señor que día a día lleva nuestras cargas! Dios es nuestro Salvador.