Salmo 73 Ntv – Cuando la Fe es Puesta a Prueba
El Salmo 73 es un canto de esperanza y consuelo en medio de la adversidad. En este pasaje, el salmista nos muestra su lucha interna al observar la prosperidad de los malvados y cuestionar la justicia divina. Sin embargo, a medida que profundiza en su relación con Dios, encuentra la respuesta a su dilema y experimenta un renovado sentido de propósito.
En la vida, es común enfrentar situaciones en las que la fe se pone a prueba. Puede parecer que los malvados prosperan, mientras los justos sufren. Nos preguntamos por qué Dios permite que esto ocurra y cómo podemos encontrar consuelo en medio de la injusticia aparente.
El salmista comienza su relato con una confesión sincera: “Pero, en cuanto a mí, casi se me resbalaron los pies; por poco caen mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los malvados” (Salmo 73:2-3 RV). Es normal sentir envidia cuando vemos que los malvados parecen tenerlo todo, mientras nosotros luchamos y nos esforzamos por ser justos.
Sin embargo, a medida que el salmista entra en la presencia de Dios, su perspectiva cambia. Él reconoce que la prosperidad de los malvados es solo temporal y que su fin será terrible. “Porque no tienen congojas por su muerte, su fuerza está firme. No pasan trabajos como los demás mortales, ni son azotados como los demás hombres” (Salmo 73:4-5 RV). Aunque parezca que los malvados se salen con la suya, en realidad están caminando en un camino peligroso que los conducirá a la destrucción.
El salmista también se da cuenta de que su relación con Dios tiene un valor infinitamente mayor que cualquier bien material. “Dios es el soporte de mi vida y mi porción eterna” (Salmo 73:26 RV). Aunque pueda parecer que los malvados tienen todo, el salmista entiende que su mayor tesoro es Dios mismo. En medio de la adversidad, Dios es su refugio y fortaleza, su apoyo constante en tiempos de dificultad.
El salmista concluye su relato con una declaración de confianza y esperanza en Dios: “Para mí, el acercarme a Dios es mi bien; en el Señor DIOS pongo mi refugio, para contar todas tus obras” (Salmo 73:28 RV). A pesar de las apariencias, el salmista elige confiar en Dios y encontrar su consuelo en Él. Reconoce que solo al acercarse a Dios y contemplar Sus maravillas, encontrará el verdadero sentido de su vida y la paz que tanto anhela.
En nuestra propia vida, también podemos enfrentar momentos en los que nuestra fe es puesta a prueba. Podemos sentir envidia de aquellos que parecen prosperar en la maldad, mientras nosotros luchamos por ser justos. Pero al igual que el salmista, podemos encontrar consuelo y esperanza al poner nuestra confianza en Dios.
Que este Salmo 73 Ntv sea un recordatorio para nosotros de que, incluso en medio de la adversidad, podemos encontrar fortaleza en Dios. Aunque los malvados aparentemente prosperen, su final será terrible. En cambio, cuando nos acercamos a Dios y encontramos nuestra porción eterna en Él, experimentamos una paz que trasciende cualquier circunstancia.
Que podamos tomar las palabras del salmista como un llamado a confiar en Dios en todo momento y a encontrar nuestro refugio en Él. Que podamos recordar que nuestra verdadera riqueza no se encuentra en las cosas materiales, sino en nuestra relación con el Creador del universo.
En medio de la incertidumbre y la injusticia aparente, recordemos siempre las palabras del Salmo 73 Ntv: “Para mí, el acercarme a Dios es mi bien; en el Señor DIOS pongo mi refugio, para contar todas tus obras” (Salmo 73:28 RV). Que estas palabras nos inspiren a confiar en Dios en todo momento y a encontrar nuestra fortaleza en Él.
Salmo 73 Ntv. Salmo de Asaf.
1 Ciertamente Dios es bueno para Israel,
para los de corazón limpio.
2 Pero en cuanto a mí,
casi se me resbalaron los pies;
por poco caen mis pasos.
3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
al ver la prosperidad de los malvados.
(Contenido del artículo)
Salmo 73 Ntv. Salmo de Asaf.
27 Porque los que te abandonan sin motivo son destruidos;
trastornas a todos los que te son infieles.
28 Pero, para mí, el acercarme a Dios es mi bien;
en el Señor DIOS pongo mi refugio,
para contar todas tus obras.