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Salmo 75: Un canto de gratitud y justicia divina


Salmo 75: ¡A ti, oh Dios, alabamos! ¡A ti damos gracias! Pues tu nombre está cerca; los hombres cuentan tus maravillas.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, es un honor estar aquí hoy para compartir con ustedes las palabras inspiradoras del Salmo 75. Este salmo nos recuerda la importancia de alabar y agradecer a Dios, porque su nombre está cerca y él realiza maravillas en nuestras vidas.

En nuestra vida diaria, a menudo nos encontramos con situaciones desafiantes y difíciles. Las pruebas y tribulaciones pueden parecer abrumadoras, y en esos momentos, es fácil perder la fe y la esperanza. Sin embargo, el Salmo 75 nos enseña que debemos sostenernos firmes en nuestra fe y confiar en que Dios está cerca.

Cuando enfrentamos dificultades, es natural buscar soluciones por nuestros propios medios. Pero el Salmo 75 nos recuerda que Dios es quien tiene el control y es él quien juzga con equidad. Él es el que levanta y humilla, el que tiene el poder de cambiar nuestras circunstancias y guiarnos por el camino correcto.

En medio de cualquier situación, debemos mantener una actitud de gratitud y alabanza hacia Dios. El salmista dice: «¡A ti, oh Dios, alabamos! ¡A ti damos gracias!» (Salmo 75:1). Aunque las cosas no parezcan ir bien en nuestra vida, debemos recordar que Dios es digno de alabanza y acción de gracias en todo momento. Él es fiel y nunca nos abandona.

El Salmo 75 también nos recuerda que Dios es el juez justo. En un mundo lleno de injusticias y corrupción, es reconfortante saber que hay un Dios que juzgará a todos con equidad. No importa cuánto mal prevalezca en este mundo, al final, Dios hará justicia.

Hermanos y hermanas, cuando enfrentemos dificultades y desafíos, debemos recordar que Dios está cerca y que él tiene el poder de cambiar nuestras circunstancias. No importa cuán oscuro sea el camino que estemos atravesando, podemos confiar en que Dios nos guiará hacia la luz.

El Salmo 75 nos anima a confiar en que Dios tiene un propósito y un plan para nuestras vidas. Incluso cuando las cosas parecen estar fuera de control, podemos confiar en que Dios está trabajando detrás de escena para nuestro bien. Él nunca nos deja solos y siempre está cerca para ayudarnos y sostenernos.

En conclusión, el Salmo 75 nos recuerda la importancia de alabar y agradecer a Dios en todas las circunstancias. Debemos confiar en que él está cerca y que tiene el poder de cambiar nuestras vidas. Aunque enfrentemos dificultades, debemos mantener una actitud de gratitud y alabanza hacia Dios, porque su nombre está cerca y él realiza maravillas en nuestras vidas.

Así que, queridos hermanos y hermanas, alabemos al Señor con todo nuestro corazón y demos gracias por su fidelidad y amor inagotable. Recordemos siempre las palabras del Salmo 75: «¡A ti, oh Dios, alabamos! ¡A ti damos gracias!» (Salmo 75:1).

Que estas palabras sean un recordatorio constante de la grandeza de nuestro Dios y de su cercanía en nuestras vidas. ¡A ti, oh Dios, alabamos! ¡A ti damos gracias! Amén.

Salmo 75: ¡A ti, oh Dios, alabamos! ¡A ti damos gracias! Pues tu nombre está cerca; los hombres cuentan tus maravillas.