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Salmo 89:1, una promesa eterna de amor divino


Salmo 89:1 – «Cantaré eternamente las misericordias de Jehová; con mi boca manifestaré tu fidelidad de generación en generación.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy me encuentro aquí para compartir con ustedes un Salmo especial, lleno de esperanza y gratitud hacia nuestro amado Señor. En Salmo 89:1, el salmista nos invita a cantar eternamente las misericordias de Jehová y a manifestar con nuestra boca Su fidelidad de generación en generación.

La palabra «eternamente» nos recuerda que las bondades de nuestro Dios nunca se agotan. Su amor y su gracia son inagotables, y nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida. A pesar de los desafíos y dificultades que enfrentamos, Dios siempre está allí dispuesto a envolvernos con Su misericordia. No importa cuán lejos nos alejemos, Su fidelidad nunca cambia.

En este tiempo de incertidumbre y dolor, es importante recordar las promesas de nuestro amado Padre celestial. Él nos asegura que siempre estará con nosotros, incluso en medio de las tormentas más fuertes. Nos sostiene con Su mano poderosa, nos consuela con Su amor incomparable y nos guía por senderos de rectitud.

Queridos hermanos y hermanas, ¿cuántas veces hemos experimentado la fidelidad de Dios en nuestras vidas? ¿Cuántas veces hemos sido testigos de Su amor incondicional? Cada día es una nueva oportunidad para recordar y compartir las maravillas que Dios ha hecho por nosotros. No podemos guardar silencio, debemos levantar nuestra voz y cantar sus alabanzas.

Nuestro testimonio tiene poder. Cuando compartimos las misericordias de Jehová, estamos sembrando semillas de esperanza en el corazón de aquellos que nos rodean. Nunca subestimes el impacto que tu testimonio puede tener en la vida de alguien más. Puede ser la chispa que enciende una llama de fe en su corazón.

Así como el salmista, debemos ser valientes y audaces al proclamar las bondades de nuestro Dios. No importa cuán difícil sea la situación, no importa cuántas lágrimas hayamos derramado, debemos aferrarnos a la verdad de que Dios es fiel. Su fidelidad se extiende más allá de nuestras circunstancias, más allá de nuestros errores y más allá de nuestras limitaciones.

Hermanos y hermanas, en este momento, quiero animarlos a reflexionar sobre las misericordias de Jehová en sus vidas. Piensen en los momentos en los que Dios los sostuvo cuando sentían que no podían continuar. Recuerden las veces en las que Su fidelidad fue evidente, incluso cuando ustedes no lo merecían.

Y ahora, les invito a levantar sus voces y cantar las alabanzas de nuestro Dios. No importa si lo hacen en la intimidad de su hogar, en su lugar de trabajo o en la iglesia. Cantemos con gratitud y alegría, manifestando Su fidelidad de generación en generación.

Que nuestras vidas sean testimonios vivientes de las misericordias de Jehová. Que nuestras palabras y acciones reflejen Su amor y fidelidad en todo momento. Que nuestra fe sea inquebrantable, sabiendo que Dios siempre cumple Sus promesas.

En conclusión, queridos hermanos y hermanas, recordemos siempre Salmo 89:1: «Cantaré eternamente las misericordias de Jehová; con mi boca manifestaré tu fidelidad de generación en generación.» Que este Salmo nos inspire a vivir en gratitud y a compartir las maravillas que Dios ha hecho por nosotros. Que nuestras vidas sean un canto de alabanza y adoración a nuestro amado Señor.

¡Que Dios les bendiga abundantemente!

Salmo 89:1 – «Cantaré eternamente las misericordias de Jehová; con mi boca manifestaré tu fidelidad de generación en generación.»

Salmo 89:1 – «Cantaré eternamente las misericordias de Jehová; con mi boca manifestaré tu fidelidad de generación en generación.»

Salmo 89:1 – «Cantaré eternamente las misericordias de Jehová; con mi boca manifestaré tu fidelidad de generación en generación.»