Salmo 89:14 – «Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu rostro.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles sobre el poderoso mensaje que encontramos en el Salmo 89:14. Este versículo nos revela la naturaleza de nuestro amado Señor, y nos muestra cómo Él gobierna en justicia y juicio.
La justicia es un atributo divino que define el carácter de Dios. Él es justo en todo lo que hace, sin excepción. Su justicia es perfecta y no puede ser corrompida. Dios no muestra favoritismo ni se deja influenciar por las circunstancias. Él juzga con imparcialidad y rectitud, sin importar quién sea la persona o cuál sea su posición en la sociedad. En todas sus decisiones, Dios siempre hace lo que es justo.
En un mundo lleno de injusticias y desigualdades, es reconfortante saber que nuestro Padre celestial es justo en todo momento. Podemos confiar en que Él hará justicia en su debido tiempo. No importa cuánto mal haya en este mundo, la justicia de Dios prevalecerá. Él levantará a los oprimidos, defenderá a los débiles y castigará a los malvados. Nuestro Señor es un Dios de justicia, y su trono se fundamenta en ella.
Pero además de ser un Dios justo, nuestro Señor es también misericordioso. La misericordia es otro aspecto fundamental de su carácter divino. Aunque merecemos el castigo por nuestros pecados, Dios, en su amor y gracia, nos ofrece su misericordia. Él nos perdona y nos da la oportunidad de comenzar de nuevo. Su misericordia no tiene límites y está siempre disponible para aquellos que se acercan a Él con un corazón arrepentido.
La misericordia de Dios va delante de su rostro, guiando y protegiendo a aquellos que confían en Él. Cuando nos acercamos a Dios en oración y buscamos su dirección, su misericordia nos precede. Nos guía en el camino correcto y nos sostiene en tiempos de dificultad. No importa cuán grandes sean nuestras fallas o cuánto hayamos pecado, la misericordia de Dios siempre está dispuesta a perdonar y restaurar.
La verdad también acompaña a la misericordia de Dios. Él es un Dios de verdad y nada en Él es falso o engañoso. Su Palabra es verdadera y fiable en todo momento. Podemos confiar en las promesas de Dios, porque Él nunca miente. Su verdad nos guía y nos muestra el camino hacia la vida eterna. Cuando vivimos en la verdad de Dios, experimentamos libertad y plenitud en nuestra relación con Él.
Hermanos y hermanas, meditemos en la poderosa verdad contenida en el Salmo 89:14. Que este versículo nos recuerde que nuestro Señor es justo en todo lo que hace, que su misericordia y verdad siempre nos preceden. Que esta verdad nos dé esperanza y confianza en medio de las dificultades y pruebas de la vida.
Recordemos que nuestra fe está fundamentada en un Dios de justicia y misericordia. Su trono está basado en estos principios eternos. Aspiremos a vivir de acuerdo con su justicia, extendiendo su misericordia a los demás. Caminemos en la verdad de su Palabra y seamos testimonios vivientes de su amor y gracia.
Que el Salmo 89:14 sea nuestro recordatorio diario de la grandeza de nuestro Dios. Que nos inspire a buscar su justicia, a vivir en su misericordia y a caminar en su verdad. Que su presencia y su guía nos acompañen en cada paso del camino.
«Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu rostro.» (Salmo 89:14)
Amén.