Salmo 90 NTV: Descubriendo la Eternidad en Dios
¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes un pasaje inspirador de la Biblia que nos invita a reflexionar sobre la eternidad y la brevedad de nuestra vida aquí en la tierra. El Salmo 90, escrito por Moisés, es un tesoro de sabiduría que nos enseña a depositar nuestra confianza en el Dios eterno y a vivir cada día con propósito y gratitud.
El Salmo 90 comienza reconociendo la magnitud y la eternidad de Dios. Moisés nos recuerda que, antes de que existiera el mundo, Dios ya era Dios. Desde siempre y para siempre, él es nuestro refugio y morada segura. Así como un padre cuida de sus hijos, Dios nos guarda y nos acompaña en cada momento de nuestras vidas.
En medio de las dificultades y los desafíos que enfrentamos diariamente, es fácil perder de vista la perspectiva eterna. Nos preocupamos por cosas temporales y terrenales, cuando en realidad deberíamos enfocarnos en lo que verdaderamente importa: nuestra relación con Dios y nuestro servicio a los demás. El Salmo 90 nos invita a considerar la brevedad de nuestra vida y a aprovechar cada día para glorificar a Dios.
En el versículo 12, Moisés nos insta a pedirle a Dios que nos enseñe a contar nuestros días, para que podamos adquirir sabiduría. Esta petición es un recordatorio de que nuestra vida aquí en la tierra es fugaz, y debemos aprovechar cada oportunidad para vivir de acuerdo a los propósitos de Dios. No sabemos cuánto tiempo nos queda, pero podemos confiar en que Dios nos guiará y nos ayudará a vivir una vida plena y significativa.
El Salmo 90 también nos habla sobre la justicia de Dios. En el versículo 8, Moisés reconoce que nuestros pecados y maldades están al descubierto ante los ojos de Dios. Sin embargo, también nos recuerda que Dios es misericordioso y compasivo. Aunque merezcamos su ira, él nos ofrece su amor y su perdón. Esta verdad nos da esperanza y nos anima a acercarnos a Dios con humildad y arrepentimiento.
En el versículo 14, Moisés nos pide que Dios satisfaga nuestras mañanas con su amor inagotable, para que podamos regocijarnos y alegrarnos todos los días de nuestra vida. Este es un llamado a vivir con gratitud y gozo, reconociendo que cada día es un regalo de Dios. No importa cuáles sean nuestras circunstancias, podemos confiar en que Dios está presente y que su amor es suficiente para cubrir todas nuestras necesidades.
Queridos hermanos y hermanas, el Salmo 90 nos desafía a vivir con una perspectiva eterna. Nos recuerda que nuestra vida es frágil y transitoria, pero también nos anima a confiar en el Dios eterno que nos ama y nos guía. Aprovechemos cada día para amar a Dios y servir a los demás, sabiendo que nuestra verdadera esperanza está en él.
En conclusión, el Salmo 90 NTV es un recordatorio poderoso de la eternidad de Dios y la brevedad de nuestra vida. Nos invita a vivir con sabiduría, gratitud y propósito, confiando en que Dios nos sostiene en cada momento. Que estas palabras del salmista Moisés nos inspiren a buscar a Dios de todo corazón y a vivir cada día con pasión y entrega. Que su amor y su gracia nos llenen y nos guíen en cada paso que damos.
Recuerden, hermanos y hermanas, el Salmo 90 NTV: «Señor, tú has sido nuestro refugio desde generación tras generación. Antes de que nacieran las montañas y crearas la tierra y el mundo, tú eras Dios desde siempre y para siempre. Tú haces que la gente vuelva al polvo, diciendo: «¡Vuelvan al polvo, mortales!». Mil años son para ti como un día; son como unas pocas horas de la noche» (Salmo 90:1-4 NTV).
Que Dios los bendiga abundantemente y les dé la sabiduría y la fortaleza para vivir cada día conforme a su voluntad. Amén.