Salmo 90:2 – “Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.”
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Es un privilegio poder dirigirme a ustedes en este día y compartir con ustedes una palabra de inspiración basada en el Salmo 90:2. Este versículo nos recuerda la eternidad y la soberanía de nuestro Dios, quien existía antes de la creación misma del mundo y seguirá existiendo para siempre.
En nuestra vida diaria, es fácil perder de vista la grandeza de Dios y preocuparnos por las dificultades y los desafíos que enfrentamos. Sin embargo, este versículo nos invita a mirar más allá de nuestras circunstancias y recordar que Dios está por encima de todo y es el único que permanece constante en medio de los cambios y las pruebas.
Cuando meditamos en la verdad de Salmo 90:2, nos damos cuenta de que no hay nada en este mundo que pueda compararse con la grandeza y el poder de nuestro Dios. Él es el Creador de los cielos y la tierra, el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Antes de que los montes se levantaran y la tierra tomara forma, Dios ya existía y su reino no tiene fin.
Esta verdad nos llena de esperanza y fortaleza, especialmente en tiempos de dificultad. Cuando enfrentamos desafíos en nuestras vidas, a menudo nos sentimos abrumados y desanimados. Pero debemos recordar que nuestro Dios es eterno y su poder y amor por nosotros son inquebrantables. Él es nuestro refugio y fortaleza en tiempos de angustia, y siempre está dispuesto a ayudarnos y sostenernos.
Además, este versículo también nos recuerda que nuestra vida en este mundo es temporal. A veces nos aferramos tanto a las cosas materiales y a las preocupaciones terrenales que olvidamos que nuestra verdadera vida está en Cristo y en su reino eterno. Nuestra existencia aquí es solo un breve suspiro en comparación con la eternidad que nos espera junto a nuestro Salvador.
En medio de las luchas y los desafíos, debemos mantener nuestros ojos en Dios y en su eternidad. No importa cuán grandes sean nuestras dificultades, podemos encontrar consuelo en saber que Dios es nuestro refugio y que su amor y gracia nos acompañan en todo momento. Él es el mismo ayer, hoy y siempre, y su fidelidad nunca falla.
Hermanos y hermanas, que este versículo sea un recordatorio constante en nuestras vidas. Que nos inspire a confiar en Dios en todo momento y a depender de su fortaleza y sabiduría. Que nos anime a dejar de lado nuestras preocupaciones y a confiar en su plan perfecto para nuestras vidas.
En conclusión, el Salmo 90:2 nos invita a reflexionar sobre la grandeza y la eternidad de nuestro Dios. Él es el Creador de todo y su poder y amor son inquebrantables. En medio de los desafíos y las dificultades, podemos encontrar consuelo y fortaleza en su presencia constante. Que esta verdad nos inspire a confiar en Dios y a vivir con esperanza y confianza en su plan perfecto para nosotros.
Que Dios les bendiga y les guíe siempre.
Salmo 90:2 – “Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.”