Salmo 91.1: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.» ¡Qué hermosa promesa nos trae este versículo de la Palabra de Dios! Nos invita a buscar refugio y protección en el Altísimo, aquel que es todopoderoso y nos cubre con su sombra.
En momentos de dificultad, cuando nos enfrentamos a situaciones complicadas o nos encontramos en medio de tormentas, es reconfortante saber que podemos habitar en la seguridad del Altísimo. Él nos ofrece un lugar de descanso, un refugio donde podemos encontrar paz y protección. Es como estar bajo la sombra de un árbol frondoso en medio de un día caluroso, donde el calor del sol no nos alcanza y nos sentimos resguardados.
El salmista nos muestra que al habitar bajo la sombra del Omnipotente, nos convertimos en testigos de su poder y fidelidad. En ese lugar de intimidad y comunión, podemos experimentar su presencia de una manera especial. Nos encontramos en su abrazo amoroso, donde nos sentimos amparados y cuidados. Es allí donde descubrimos que no estamos solos, que Él está a nuestro lado en todo momento.
En este mundo turbulento y lleno de incertidumbre, necesitamos un lugar donde podamos encontrar descanso y paz. Encontramos en Salmo 91.1 una invitación a buscar ese lugar en la presencia de Dios. Es un llamado a apartarnos de las preocupaciones y aflicciones del mundo, y refugiarnos en Él, confiando en su poder y amor incondicional.
El abrigo del Altísimo es un lugar de fortaleza y protección. Es un refugio donde podemos encontrar seguridad y confianza. Nos protege de los peligros y nos sostiene en medio de las pruebas. En su presencia, encontramos el consuelo y la paz que tanto anhelamos en medio de las adversidades.
En este abrigo, también encontramos la provisión y el sustento que necesitamos. Dios es nuestro proveedor fiel, y cuando habitamos en su sombra, él se encarga de suplir nuestras necesidades. Podemos confiar en su fidelidad y en su capacidad de proveer todo lo que requerimos en cada momento.
Salmo 91.1 nos invita a buscar ese lugar de intimidad con Dios, a vivir en su presencia y a experimentar su amor inigualable. Nos recuerda que en medio de las dificultades, tenemos un refugio seguro en el Altísimo. Él es nuestro amparo y fortaleza, nuestro escudo y nuestra ayuda en momentos de angustia.
Que podamos tomar este versículo como un recordatorio constante de la promesa de Dios para nosotros. Que cada vez que enfrentemos desafíos y adversidades, nos acerquemos a Él y busquemos refugio en su presencia. Que podamos confiar en su poder y amor incondicional, sabiendo que bajo su sombra encontramos descanso y protección.
En conclusión, Salmo 91.1 es un recordatorio de la promesa de Dios de habitar bajo su abrigo y vivir bajo la sombra del Omnipotente. Es un llamado a buscar refugio en su presencia, confiando en su poder y amor inagotable. Que podamos vivir cada día bajo la sombra del Altísimo, experimentando su protección, provisión y paz en medio de cualquier circunstancia.
Salmo 91.1: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.»