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Salmo 91:1-2: Refugio Divino y Protección Absoluta


La confianza en el refugio del Altísimo

Salmo 91:1-2 (Reina Valera)

“El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.”

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una porción de las Escrituras que nos brinda consuelo, fortaleza y esperanza en medio de cualquier circunstancia. El Salmo 91, versículos 1 y 2, nos habla sobre la confianza en el refugio del Altísimo, y es mi deseo que podamos meditar en estas palabras y encontrar aliento en ellas.

El salmista comienza diciendo: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”. Esta es una imagen poderosa que nos muestra que aquellos que permanecen cerca de Dios, que encuentran su morada en Él, serán protegidos y cuidados en todo momento. Dios es nuestro refugio seguro, nuestro lugar de descanso, donde podemos encontrar paz y seguridad en medio de las tormentas de la vida.

En estos tiempos de incertidumbre y desafíos, es normal sentir temor y ansiedad. Sin embargo, el Salmo 91 nos recuerda que no estamos solos, que tenemos un Dios poderoso que está a nuestro lado. No importa cuán grande sea la prueba que enfrentemos, podemos confiar en que Dios nos cubrirá con Su sombra, nos protegerá de todo mal y nos dará la fuerza para enfrentar cualquier situación.

En el versículo 2, el salmista declara: “Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré”. Estas palabras nos invitan a declarar nuestra confianza en Dios, a reconocerlo como nuestra esperanza y nuestra fortaleza. No importa cuán difíciles sean las circunstancias que enfrentemos, podemos acudir a Él y depositar nuestra confianza en Su poder y fidelidad.

Amados hermanos y hermanas, hoy los invito a reflexionar sobre la importancia de habitar en la presencia de Dios y confiar en Él en todo momento. Al hacerlo, experimentaremos Su protección, Su paz y Su amor incondicional. No importa cuán oscuro sea el valle por el que estemos pasando, Dios es nuestra luz y nuestro amparo, Él nos guiará y nos sostendrá.

Quizás te encuentres enfrentando una enfermedad, una pérdida, una dificultad financiera o cualquier otra situación desafiante. Te animo a que declares con fe las palabras del Salmo 91:1-2, recordando que Dios es tu refugio, tu esperanza y tu fortaleza. Permítele ser tu guía en medio de la tormenta, confiando en Su amor y en Su poder para obrar milagros en tu vida.

Que estas palabras del Salmo 91 sean un recordatorio constante de la bondad y la fidelidad de nuestro Dios. Que en momentos de debilidad y duda, podamos encontrar consuelo en Su palabra y renovar nuestra confianza en Él. Él es nuestro refugio eterno, nuestro castillo inquebrantable, y en Él encontramos la paz que trasciende todo entendimiento.

En conclusión, recordemos una vez más las palabras del Salmo 91:1-2 (Reina Valera):

“El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.”

Que estas palabras nos inspiren a buscar refugio en el Altísimo, a confiar en Su fidelidad y a encontrar en Él nuestra fortaleza. Que Su presencia nos guíe y proteja en todo momento. Amén.

Salmo 91:1-2 (Reina Valera):

“El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.”