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Salmo 91:10-11, el refugio divino: protección y cuidado eterno


Salmo 91:10-11 (RVR 1960):

“No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.”

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy nos encontramos reunidos para reflexionar sobre la poderosa promesa que encontramos en el Salmo 91:10-11. Estas palabras nos llenan de esperanza y nos recuerdan la protección divina que el Señor nos brinda en todo momento.

El Salmo 91 es ampliamente conocido como el Salmo de la protección divina. Es un pasaje que nos invita a confiar en Dios y a buscar refugio en Él en medio de cualquier circunstancia que enfrentemos en la vida. En el versículo 10, leemos: “No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada”. Estas palabras nos aseguran que Dios está a nuestro lado y nos guarda de todo mal.

Es importante destacar que esta promesa no significa que no enfrentaremos dificultades en este mundo caído. Sin embargo, el Salmo 91 nos asegura que Dios estará con nosotros en medio de esas dificultades y nos protegerá de cualquier daño. Él es nuestro amparo y fortaleza, nuestra ayuda siempre presente en momentos de angustia.

En el versículo 11, encontramos un mensaje aún más alentador: “Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos”. Aquí se nos revela que Dios, en su infinita misericordia, envía a sus ángeles para protegernos y cuidarnos en cada paso que damos. Podemos confiar plenamente en su fidelidad y en su amor inagotable.

La presencia de los ángeles en nuestras vidas es una muestra del cuidado especial que Dios tiene hacia nosotros. Son seres celestiales que actúan como mensajeros y guardianes de aquellos que aman al Señor. Su labor es estar a nuestro lado, velando por nuestra seguridad y guiándonos por el camino correcto.

En momentos de temor o incertidumbre, debemos recordar estas poderosas palabras del Salmo 91:10-11. No importa cuál sea la situación que enfrentamos, podemos encontrar consuelo en el hecho de que Dios está con nosotros y nos protege. Él nos rodea con sus brazos amorosos y envía a sus ángeles para asegurarse de que estemos seguros.

Cuando nos sentimos desanimados o abrumados por las adversidades de la vida, debemos recordar que somos hijos amados de Dios. Él nos ha prometido su protección y su cuidado constante. No importa cuán grande sea el desafío que enfrentemos, podemos confiar en que Dios nos sostendrá y nos llevará a través de él.

Hermanos y hermanas, permitamos que estas palabras del Salmo 91:10-11 calen profundamente en nuestros corazones. Recordemos que no estamos solos en esta jornada, sino que tenemos a un Dios poderoso y amoroso que nos guarda en todos nuestros caminos. No importa cuán difíciles sean las circunstancias que enfrentemos, podemos confiar en que Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza.

En conclusión, el Salmo 91:10-11 nos recuerda la promesa de protección divina que Dios nos ofrece. Podemos descansar en la seguridad de que Él estará con nosotros en todo momento y nos guardará de todo mal. Recordemos siempre estas palabras y vivamos confiando en la fidelidad y el amor inagotable de nuestro Padre celestial.

Salmo 91:10-11 (RVR 1960):

“No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.”

Que estas palabras sean un recordatorio constante de la protección divina que tenemos como hijos de Dios. Encomendémonos a Él, confiando en que nos guarda y nos protege en todos nuestros caminos. Amén.

Salmo 91:10-11 (RVR 1960):

“No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.”