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Salmo 94:18: Hallando consuelo en la presencia divina


Salmo 94:18 – «Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero dirigirme a ustedes para compartir un mensaje de esperanza y fortaleza basado en una poderosa promesa que encontramos en el Salmo 94:18. Este versículo nos recuerda que cuando nos sentimos débiles, inseguros o desanimados, la misericordia de Dios siempre estará presente para sustentarnos.

La vida puede presentarnos desafíos y dificultades que nos hacen sentir como si nuestro pie resbalara, como si estuviéramos a punto de caer. Es en esos momentos cuando necesitamos recordar que Dios está a nuestro lado, dispuesto a sostenernos y levantarnos. Su misericordia infinita nos brinda la seguridad y la fuerza para seguir adelante.

En medio de las pruebas y tribulaciones, podemos sentirnos abrumados y desesperanzados. Pero cuando clamamos a Dios en oración, Él escucha nuestra voz y nos responde. Su misericordia trae consuelo a nuestro corazón y nos renueva en cuerpo y espíritu. No importa cuán difícil sea la situación, podemos confiar en que Dios nos sostendrá y nos dará la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo.

La misericordia de Dios es un regalo que no merecemos pero que Él nos brinda gratuitamente. No importa cuánto hayamos fallado o cuán lejos nos hayamos alejado de sus caminos, su amor y perdón están siempre disponibles para nosotros. Su misericordia no tiene límites ni condiciones, y nos abre las puertas a una nueva oportunidad de vida en Él.

Cuando nos sentimos débiles, es importante recordar que la fortaleza no proviene de nuestras propias habilidades o capacidades, sino de la gracia y misericordia de Dios. Él es nuestro refugio y fortaleza, y en Él encontramos el poder para enfrentar cualquier adversidad. No importa cuán grande sea nuestro problema, podemos confiar en que Dios nos sustentará y nos guiará en cada paso del camino.

En momentos de angustia y dolor, podemos encontrar consuelo en la Palabra de Dios. El Salmo 94:18 nos recuerda que cuando estamos al borde de la caída, la misericordia de Dios nos sostiene. No estamos solos en nuestras luchas y aflicciones, porque Él está con nosotros, extendiendo su mano para levantarnos y guiarnos hacia la victoria.

Hermanos y hermanas, no importa cuál sea la situación que estén enfrentando en este momento, quiero animarlos a confiar en la misericordia de Dios. Él es fiel y poderoso para sostenernos en medio de las pruebas y para llevarnos a través de ellas. No importa cuán oscuro sea el camino que estén atravesando, la luz de la misericordia divina siempre brillará sobre ustedes.

Así que no desesperen, no se desanimen. Clamen a Dios en oración y confíen en su misericordia. Él escuchará sus peticiones y responderá en su tiempo perfecto. Pueden descansar en la certeza de que la misericordia de Dios los sustentará y los fortalecerá en todo momento.

En conclusión, el Salmo 94:18 nos recuerda que cuando nuestros pies resbalan, la misericordia de Dios nos sustenta. No importa cuán difíciles sean las circunstancias, podemos confiar en que Él nos sostendrá y nos dará la fortaleza para seguir adelante. Su misericordia es un regalo inmerecido pero infinito, que nos renueva y nos fortalece en cuerpo y espíritu. Así que, hermanos y hermanas, confíen en la misericordia de Dios y permitan que Él los sostenga en cada paso del camino.

Salmo 94:18 – «Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.»