Salmo Para Que Un Hijo Regrese A Casa
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un salmo poderoso y lleno de esperanza. Un salmo que nos invita a orar fervientemente para que un hijo regrese a casa, encontrando así el camino de regreso a la presencia amorosa de nuestro Señor.
En momentos de angustia y preocupación por un hijo que se ha alejado de Dios y de su hogar, podemos sentirnos desesperados y sin esperanza. Pero debemos recordar que nuestro Dios es un Dios de amor y misericordia, y siempre está dispuesto a recibir a sus hijos pródigos con brazos abiertos.
El Salmo 86 es un salmo de súplica y confianza en el Señor. En este salmo, el salmista clama a Dios pidiendo su ayuda y protección. Es un salmo que nos recuerda que Dios está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y a responder a nuestras peticiones.
Queridos hermanos, encomendemos a nuestro hijo a Dios en oración, rogando que el Señor le conceda arrepentimiento y lo guíe de regreso al camino de la verdad y la vida. Oremos para que nuestro hijo sienta el amor y la paz que solo se encuentran en la presencia de Dios.
En el Salmo 86, versículo 5, el salmista declara: «Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan». Este versículo nos brinda consuelo y esperanza, recordándonos que nuestro Dios es un Dios de perdón y misericordia infinitos. No importa cuán lejos haya ido nuestro hijo, Dios está dispuesto a perdonar y restaurar.
Continuemos orando con fe y confianza, sabiendo que Dios escucha nuestras oraciones y que su voluntad es siempre buena y perfecta. No nos cansemos de clamar a Dios por nuestro hijo, porque nuestro Padre celestial conoce nuestras necesidades y anhelos más profundos.
En el Salmo 86, versículo 7, el salmista dice: «En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes». Qué hermosa promesa nos da este versículo. Podemos estar seguros de que cuando clamamos a Dios en nuestra angustia, Él nos responderá. Él nos consolará y nos dará fuerzas para enfrentar cualquier desafío que estemos viviendo.
Queridos hermanos, no desmayemos en nuestra fe. Sigamos confiando en el Señor y buscando su rostro en oración constante. No importa cuán larga o difícil sea la espera, recordemos que Dios tiene un tiempo perfecto para responder nuestras peticiones. Confíemos en su soberanía y en su amor incondicional.
En el Salmo 86, versículo 11, el salmista declara: «Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre». Esta declaración nos invita a buscar a Dios con todo nuestro corazón y a seguir sus caminos. Oremos para que nuestro hijo tenga un encuentro personal con Dios y sea transformado por su amor y su verdad.
Queridos hermanos, no perdamos la esperanza. Sigamos orando sin cesar por nuestro hijo, confiando en que Dios tiene el poder de cambiar cualquier situación y de tocar el corazón más duro. No importa cuánto tiempo haya pasado desde que nuestro hijo se fue, recordemos que Dios es el Dios de lo imposible.
Encomendemos a nuestro hijo a Dios con fe y esperanza, sabiendo que nuestro Padre celestial tiene el poder de hacer milagros. No dejemos de clamar a Dios con reverencia y humildad, sabiendo que Él escucha nuestras oraciones y que su voluntad es siempre perfecta.
Queridos hermanos, mientras oramos y esperamos en el Señor, recordemos el Salmo Para Que Un Hijo Regrese A Casa. Oremos con fervor y confianza, sabiendo que Dios está obrando en los corazones de nuestros hijos. No perdamos la esperanza, porque nuestro Dios es un Dios de amor y misericordia, y siempre está dispuesto a recibir a sus hijos pródigos con brazos abiertos.
Salmo Para Que Un Hijo Regrese A Casa
Salmo Para Que Un Hijo Regrese A Casa
Salmo Para Que Un Hijo Regrese A Casa