Salmo Para Antes De Una Cirugía De Un Familiar
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy nos encontramos aquí para reflexionar y orar por aquellos que están a punto de enfrentar una cirugía, y en particular, por nuestros queridos familiares que se encuentran en esa situación. Sabemos que cualquier tipo de intervención quirúrgica puede generar ansiedad y preocupación, pero es en estos momentos cuando más necesitamos recordar la presencia de Dios en nuestras vidas y confiar en Su amor y poder sanador.
La Biblia nos enseña en el Salmo 91:1-2, «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré». Estas palabras son un recordatorio de que Dios es nuestro refugio y fortaleza en todo momento, incluso en los momentos de aflicción y necesidad. Por lo tanto, no debemos temer, sino confiar en que Él está con nosotros y que cuidará de nuestros seres queridos en cada paso del proceso quirúrgico.
En estos momentos difíciles, también debemos recordar las promesas de Dios para nosotros. En Jeremías 30:17, leemos: «Porque te restauraré la salud, y sanaré tus heridas, dice Jehová». Esta es una promesa maravillosa de que Dios es el sanador por excelencia y que está dispuesto a intervenir en nuestras vidas para traer sanidad y restauración. Debemos aferrarnos a esta promesa y orar con fe, sabiendo que Dios tiene el poder de obrar milagros en la vida de nuestros seres queridos.
Queridos hermanos y hermanas, no estamos solos en esta lucha. La comunidad cristiana está aquí para apoyarnos y orar junto a nosotros. En Santiago 5:16, nos exhorta a «confesar vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho». Es fundamental que nos unamos en oración por nuestros familiares que están a punto de enfrentar una cirugía, pidiendo a Dios que guíe las manos de los médicos y que les dé la sabiduría necesaria para llevar a cabo el procedimiento con éxito.
Además de la oración, también debemos recordar la importancia de la fe y la esperanza en tiempos de dificultad. En Hebreos 11:1 leemos, «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve». Debemos mantener nuestra fe en Dios, sabiendo que Él tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros, incluso en momentos de enfermedad y cirugía. No permitamos que el miedo y la preocupación nos consuman, sino que confiemos en que Dios es capaz de obrar milagros y de sanar a nuestros seres queridos.
Queridos hermanos y hermanas, a medida que nos acercamos al final de esta reflexión, quiero recordarles una vez más el Salmo Para Antes De Una Cirugía De Un Familiar. Este salmo, que se encuentra en la Palabra de Dios, nos brinda consuelo, esperanza y fortaleza en momentos de incertidumbre y miedo. Recuerden siempre que Dios está con nosotros y que Él es el sanador por excelencia.
Salmo Para Antes De Una Cirugía De Un Familiar:
«Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga. Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto. Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo. Nosotros nos alegraremos en tu salvación, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Jehová cumpla todas tus peticiones. Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquearon y cayeron, mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. Jehová, salva; el rey nos oirá en el día que clamemos».
Queridos hermanos y hermanas, recuerden que Dios está con nosotros en cada paso del camino. Confíen en Su amor y poder sanador, y oren con fe y esperanza por nuestros familiares que están a punto de enfrentar una cirugía. Que el Señor bendiga y proteja a cada uno de ellos, y que Su paz y sanidad llene sus vidas.
Salmo Para Antes De Una Cirugía De Un Familiar.
¡Amén!