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Salmo63: La Poderosa Oración de David


Salmo 63: Una Fuente de Inspiración y Fortaleza

Salmo 63:1-2 “Oh Dios, tú eres mi Dios, de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida sin agua. Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario.”

Queridos hermanos y hermanas en la fe, hoy quiero compartir con ustedes la maravillosa inspiración que encontramos en el Salmo 63. Este salmo nos muestra la profunda comunión que el salmista, el rey David, tenía con Dios. Su corazón ardía de deseo por estar en la presencia del Altísimo, incluso en los momentos más difíciles.

En la vida, todos enfrentamos desiertos y tierras áridas. Son esos momentos de sequedad espiritual, donde parece que no encontramos consuelo ni respuesta. Pero el Salmo 63 nos enseña que en medio de esas circunstancias adversas, podemos encontrar fortaleza y consuelo en Dios.

Imagínense a David, en el desierto de Judá, huyendo de sus enemigos y sin un lugar seguro donde refugiarse. Sin embargo, en lugar de enfocarse en su situación, él dirige su mirada hacia Dios. Él afirma: “Oh Dios, tú eres mi Dios, de madrugada te buscaré”. David sabía que su fortaleza no provenía de su entorno, sino de su relación personal con Dios.

Queridos hermanos, ¿dónde buscamos fortaleza en medio de nuestras pruebas? ¿En las circunstancias o en Dios? El Salmo 63 nos invita a buscar a Dios de madrugada, a buscarlo con fervor y devoción en medio de nuestras dificultades. Él es nuestra fuente de vida, nuestra fuente de inspiración y fortaleza.

El salmista continúa diciendo: “Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida sin agua”. Estas palabras nos revelan la intensidad de la pasión de David por Dios. Él anhelaba estar en la presencia de Dios tanto como un sediento anhela el agua en medio del desierto. ¿Cuánto anhelamos nosotros estar en la presencia de Dios?

Hermanos, no permitamos que nuestra sed espiritual se apague. Busquemos a Dios con todo nuestro ser, con toda nuestra alma. Incluso en los momentos más difíciles, cuando nos sentimos cansados y desanimados, podemos encontrar consuelo y renovación en su presencia. Él es nuestra fuente de vida y restauración.

En el Salmo 63, David también expresa su anhelo de ver el poder y la gloria de Dios. Él dice: “Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario”. David había experimentado la presencia y el poder de Dios en el templo, pero ahora, en el desierto, anhelaba experimentarlo una vez más.

Queridos hermanos, no importa en qué etapa de nuestra vida nos encontremos, siempre podemos buscar el poder y la gloria de Dios. Podemos experimentar su presencia en medio de nuestras pruebas y dificultades. Él está dispuesto a revelarse a aquellos que lo buscan con sinceridad y humildad.

En conclusión, el Salmo 63 nos muestra la pasión y devoción de David por Dios. A través de este salmo, somos inspirados a buscar a Dios en todo momento, en medio de nuestras pruebas y en los momentos de alegría. Él es nuestra fuente de vida, nuestra fuente de inspiración y fortaleza.

Que podamos unirnos al salmista y decir: “Oh Dios, tú eres mi Dios, de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida sin agua”. Que nuestras vidas reflejen un anhelo profundo por la presencia de Dios, y que encontremos en Él la fuerza y la inspiración para enfrentar cualquier situación que se nos presente.

Salmo 63:1-2 “Oh Dios, tú eres mi Dios, de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida sin agua. Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario.”

Salmo 63, una fuente inagotable de inspiración y fortaleza.