El Salmo 81: Una Canción de Alegría y Gratitud
Salmo 81:1-2 (RVR 1960): “Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob aclamad con júbilo. Entonad canción, y tañed el pandero, el arpa deliciosa y el salterio.”
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes la inspiradora y reconfortante palabra contenida en el Salmo 81. Este salmo, escrito por Asaf, nos invita a cantar con alegría y gratitud a nuestro Dios, quien es nuestra fortaleza y refugio en todo momento.
En la vida, a menudo enfrentamos dificultades y pruebas que pueden agotarnos física y emocionalmente. Sin embargo, el Salmo 81 nos recuerda que en medio de nuestras luchas, Dios es nuestra fortaleza. Él nos da el poder y la fuerza para enfrentar cualquier adversidad que se presente en nuestro camino. Por lo tanto, debemos cantar con gozo y alegría, reconociendo que nuestro Dios es digno de alabanza y adoración.
El Salmo 81 también nos invita a aclamar con júbilo al Dios de Jacob. Jacob, el patriarca de Israel, fue un hombre que experimentó muchas pruebas y tribulaciones en su vida. Sin embargo, a través de todas sus dificultades, Jacob confió en Dios y fue bendecido abundantemente. Al igual que Jacob, debemos aclamar con júbilo al Dios que nos ha bendecido y nos ha dado la victoria en nuestras propias batallas.
En medio de los desafíos de la vida, es fácil olvidar las bendiciones que Dios ha derramado sobre nosotros. Pero el Salmo 81 nos insta a entonar canciones de gratitud y a tocar instrumentos musicales en honor a nuestro Dios. Al hacerlo, recordamos todas las veces que Dios nos ha librado de las garras del enemigo, nos ha sanado y nos ha provisto. Nuestra adoración y gratitud sinceras son una forma de mostrarle a Dios cuánto apreciamos Su amor y fidelidad.
Dios nos recuerda en el Salmo 81:10 (RVR 1960): “Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré.” Nuestro Dios es el mismo Dios que liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto. Él es el Dios que nos ha liberado de la esclavitud del pecado y nos ha dado vida eterna a través de Jesucristo. Por lo tanto, debemos abrir nuestra boca y permitir que Dios llene nuestras vidas con Su amor, gracia y bendiciones.
En el Salmo 81:13-14 (RVR 1960), Dios nos dice: “¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría yo derribado a sus enemigos, y vuelto mi mano contra sus adversarios.” Dios anhela bendecirnos abundantemente y derribar a nuestros enemigos espirituales. Sin embargo, para experimentar Su poder y protección, debemos caminar en Sus caminos y obedecer Sus mandamientos.
Hermanos y hermanas, hoy les animo a recordar las palabras del Salmo 81. Cantemos con gozo y alegría a nuestro Dios, aclamemos con júbilo al Dios de Jacob y entonemos canciones de gratitud por Su fidelidad y amor inagotables. Abramos nuestra boca y permitamos que Dios llene nuestras vidas con Su presencia y bendiciones.
En conclusión, el Salmo 81 nos recuerda que nuestro Dios es nuestra fortaleza en medio de las pruebas, y que debemos adorarle con gozo y gratitud. Aclamemos con júbilo al Dios de Jacob, quien nos ha bendecido abundantemente. Abramos nuestra boca y permitamos que Dios llene nuestras vidas con Su amor y gracia. Que el Salmo 81 sea siempre una inspiración para nosotros, recordándonos que nuestro Dios es digno de toda alabanza y adoración.
Salmo 81:1-2 (RVR 1960): “Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob aclamad con júbilo. Entonad canción, y tañed el pandero, el arpa deliciosa y el salterio.”
Salmo 81, ¡un canto de alegría y gratitud!