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Salmos 121:4 revela el inquebrantable amparo divino


Salmos 121:4 – ¡El que te guarda no se adormecerá!

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un maravilloso versículo de la Biblia que nos llena de esperanza y confianza en nuestro Dios todopoderoso. Salmos 121:4 nos recuerda que aquel que nos guarda no se adormecerá, es decir, Dios nunca se olvidará de nosotros ni nos abandonará.

En nuestra vida cotidiana, es común sentirnos desamparados o solos en medio de las dificultades y desafíos que enfrentamos. Sin embargo, la Palabra de Dios nos asegura que Él está siempre atento a nuestras necesidades y dispuesto a protegernos en todo momento. No importa cuán oscuro sea el valle que estemos atravesando, Dios está ahí para cuidarnos y velar por nuestra seguridad.

Imaginen por un momento a un padre amoroso que vela por su hijo mientras duerme. Aunque llegue la noche y las sombras cubran la habitación, ese padre no se adormece. Está alerta y atento a cualquier ruido o peligro que pueda acechar. De la misma manera, nuestro Padre celestial nunca se duerme ni se distrae de su deber de cuidarnos.

Cuando enfrentamos situaciones difíciles, es fácil caer en la tentación de pensar que estamos solos y que nadie nos está cuidando. Pero, amados hermanos, esto no es verdad. Salmos 121:4 nos dice que el que nos guarda no se adormecerá, lo que significa que Dios siempre está velando por nuestro bienestar y protección.

En momentos de enfermedad, Dios está allí, cuidando de nosotros y sanándonos. En momentos de tristeza y angustia, Dios está allí, consolándonos y trayendo paz a nuestro corazón. En momentos de incertidumbre y confusión, Dios está allí, guiándonos y mostrándonos el camino a seguir. No importa cuál sea nuestra situación, podemos confiar plenamente en que Dios nunca se adormece y siempre está presente para protegernos.

Queridos hermanos, la promesa de Salmos 121:4 es una prueba de la fidelidad y el amor incondicional de nuestro Padre celestial. Su cuidado es constante y fiel, y podemos descansar en la seguridad de que nunca nos dejará ni nos abandonará. Podemos confiar en que Él está trabajando en nuestras vidas, aun en medio de las circunstancias más difíciles.

Así que, en lugar de preocuparnos y temer, debemos depositar nuestra confianza en Dios y aferrarnos a Su promesa de que el que nos guarda no se adormecerá. Recordemos que Él tiene el control de todas las cosas y que nada escapa a Su atención y cuidado.

Al finalizar, quiero animarlos a que memoricen y mediten en este poderoso versículo de Salmos 121:4. Que su significado y promesa se arraiguen en nuestros corazones y nos fortalezcan en nuestra fe. Recuerden, hermanos, que Dios nunca se adormece y siempre está velando por nosotros.

Salmos 121:4 – ¡El que te guarda no se adormecerá!

Que esta promesa sea nuestra fuente de consuelo y esperanza en todo momento. Recordemos que no importa lo que enfrentemos, Dios está siempre presente y dispuesto a cuidarnos y protegernos. Confíemos en Su fidelidad y dejemos que Su amor nos guíe en cada paso que damos.

Que Dios les bendiga y les fortalezca en Su amor y gracia cada día.

Salmos 121:4 – ¡El que te guarda no se adormecerá!