Conéctate Con Dios

Salmos 136: ¡Agradezcamos al Señor por su amor eterno!


Salmos 136: ¡Alaben al Señor, porque él es bueno! Su gran amor perdura para siempre.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Es un honor estar aquí hoy para compartir con ustedes la maravillosa verdad de Salmos 136. Este salmo es un cántico de gratitud y alabanza al Señor, recordándonos que su bondad y amor perduran para siempre. A través de estas palabras inspiradas, somos invitados a reflexionar sobre la fidelidad inquebrantable de nuestro Dios y a reconocer sus múltiples bendiciones en nuestras vidas.

Desde el principio de este salmo, el salmista nos insta a alabar al Señor, porque él es bueno. No solo es bueno, sino que su bondad es eterna. A menudo, en medio de los desafíos y dificultades de la vida, podemos perder de vista la bondad de Dios. Pero este salmo nos recuerda que, sin importar las circunstancias, su amor y bondad nunca fallan. Podemos confiar en él porque su amor perdura para siempre.

Cuando miramos hacia atrás en nuestras vidas, es evidente que el Señor ha sido fiel en cada paso del camino. Nos ha sostenido en tiempos de tristeza, nos ha dado esperanza en medio de la oscuridad y nos ha mostrado su amor incondicional en cada momento. Salmos 136 nos anima a recordar estas experiencias y agradecer al Señor por su amor eterno.

A lo largo de este salmo, encontramos una repetición constante de la frase «porque su amor perdura para siempre». Cada verso nos presenta una nueva razón para alabar al Señor, desde su creación maravillosa hasta su liberación de la esclavitud en Egipto. Cada una de estas razones es un recordatorio de su amor inagotable y su fidelidad constante hacia su pueblo.

Hermanos y hermanas, al reflexionar sobre este salmo, me gustaría animarles a recordar las bendiciones que el Señor ha derramado en sus vidas. Piensen en los momentos en los que el Señor los ha rescatado de situaciones difíciles, en los momentos en los que ha provisto para sus necesidades y en los momentos en los que ha demostrado su amor a través de personas especiales en sus vidas. Cada una de estas bendiciones es una muestra del amor inagotable de nuestro Dios.

Pero no solo debemos recordar las bendiciones pasadas, sino también confiar en que el Señor seguirá siendo fiel en el futuro. Aunque atravesemos pruebas y tribulaciones, podemos encontrar consuelo en saber que su amor perdura para siempre. Él nunca nos abandonará ni nos dejará solos en nuestras luchas. Siempre estará a nuestro lado, sosteniéndonos y guiándonos.

Hermanos y hermanas, alabemos al Señor por su bondad y amor eterno. Agradezcamos por sus bendiciones pasadas y confiemos en su fidelidad futura. Recordemos las palabras de Salmos 136: «¡Alaben al Señor, porque él es bueno! Su gran amor perdura para siempre».

En conclusión, Salmos 136 nos invita a reconocer y apreciar la bondad y fidelidad de nuestro Dios. Nos recuerda que su amor perdura para siempre y nos anima a alabarle por todas las bendiciones que hemos recibido. Que este salmo nos inspire a confiar en el Señor en todas las circunstancias de la vida y a dar gracias por su amor eterno.

Que Dios les bendiga abundantemente, queridos hermanos y hermanas. ¡Alabemos al Señor juntos, porque él es bueno! Su gran amor perdura para siempre.

Salmos 136: ¡Alaben al Señor, porque él es bueno! Su gran amor perdura para siempre.