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¡Salmos 136: Un canto eterno de gratitud y amor divino!


Salmos 136: ¡Dad gracias a Jehová, porque él es bueno! ¡Porque para siempre es su misericordia!

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un salmo inspirador que nos recuerda la bondad y la misericordia eterna de nuestro amado Señor. El Salmo 136 es un himno de alabanza y gratitud que nos invita a reconocer y dar gracias a Dios por todas las maravillas que ha hecho. Este salmo nos muestra cómo Dios, en su infinita bondad, ha intervenido en la historia de su pueblo y ha demostrado su amor inagotable.

Al leer este hermoso salmo, encontramos un patrón que se repite a lo largo de cada verso: «Porque para siempre es su misericordia». Esta frase nos recuerda que la misericordia de Dios no tiene fin, que siempre está dispuesto a perdonar, a sanar y a restaurar. Nos invita a reflexionar sobre cuántas veces hemos experimentado su bondad y su amor en nuestras vidas.

En los primeros versículos de Salmos 136, se mencionan las maravillas de la creación de Dios. Desde el cielo hasta la tierra, desde el sol y la luna hasta las estrellas en el firmamento, todo fue creado por su poder y sabiduría. Cada elemento de la naturaleza es un recordatorio de la grandeza de Dios y de su amor hacia nosotros. Así que, cuando contemples la belleza de un amanecer o la majestuosidad de una montaña, recuerda dar gracias a Jehová, porque él es bueno.

Continuando en el salmo, encontramos referencias a la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto. Dios, con su poder y su mano extendida, guió a su pueblo a través del Mar Rojo y destruyó al ejército de Faraón. Este acto de liberación es otro ejemplo de la bondad y la misericordia de Dios. Él escuchó el clamor de su pueblo oprimido y los liberó de la opresión. ¡Qué gran motivo de alabanza y gratitud!

Además de la liberación de Egipto, este salmo también menciona la provisión de Dios en el desierto. Durante cuarenta años, Dios alimentó a su pueblo con maná y les dio agua de una roca. A pesar de las quejas y la falta de fe del pueblo, Dios nunca dejó de proveer para sus necesidades. Esto nos enseña que, incluso en medio de nuestras pruebas y dificultades, podemos confiar en la provisión constante de nuestro Padre celestial. Nunca nos abandonará, porque para siempre es su misericordia.

Queridos hermanos y hermanas, este salmo nos recuerda que la bondad y la misericordia de Dios son inagotables. No importa cuán grandes sean nuestras pruebas o cuán lejos nos hayamos alejado de su camino, él siempre está dispuesto a perdonarnos y a mostrarnos su amor. Su misericordia no tiene límites y su gracia es suficiente para cubrir todas nuestras faltas.

Así que, en medio de las dificultades de la vida, recordemos dar gracias a Jehová, porque él es bueno. Recordemos todas las veces que Dios ha intervenido en nuestras vidas, nos ha liberado y nos ha provisto. Recordemos que su misericordia es eterna y su amor nunca falla.

En conclusión, el Salmo 136 nos invita a dar gracias a Dios por su bondad y su misericordia. Nos recuerda que su amor es inagotable y que siempre está dispuesto a perdonar y restaurar. A medida que reflexionamos sobre las maravillas de la creación, la liberación de Israel y la provisión en el desierto, reconozcamos la fidelidad de Dios y su constante amor por nosotros.

¡Dad gracias a Jehová, porque él es bueno! ¡Porque para siempre es su misericordia!

Salmos 136

¡Dad gracias a Jehová, porque él es bueno! ¡Porque para siempre es su misericordia!