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Salmos 31:19: El refugio divino que colma de bendiciones


Salmos 31:19 – «¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que se encuentra en el libro de los Salmos, en el capítulo 31, versículo 19. Este versículo nos habla de la grandeza de la bondad de nuestro Dios, una bondad que Él tiene reservada para aquellos que le temen y confían en Él.

La palabra «bondad» en sí misma es tan profunda y llena de significado. Nos habla de la generosidad, la compasión y el amor incondicional que Dios tiene para con nosotros, sus hijos. Es un tipo de bondad que va más allá de nuestras expectativas y nos sorprende en cada momento de nuestras vidas.

Cuando nos sumergimos en la lectura de este versículo, encontramos dos grupos de personas a los que Dios muestra Su bondad. En primer lugar, aquellos que le temen. Aquellos que han reconocido la grandeza y el poder de nuestro Dios y han decidido vivir sus vidas en reverencia y obediencia a Él. Dios guarda Su bondad para ellos.

Es importante destacar que el temor a Dios no es un temor de terror o miedo, sino un temor reverente y respetuoso. Es reconocer que Dios es santo, justo y todopoderoso, y que debemos vivir en obediencia a Su Palabra. Cuando le tememos a Dios, somos bendecidos con Su bondad abundante y constante.

El segundo grupo de personas mencionado en el versículo son aquellos que esperan en Dios. ¿Qué significa esperar en Dios? Significa confiar en Su fidelidad, en Su amor y en Su sabiduría. Significa creer que Él tiene un plan perfecto y que está obrando en nuestras vidas, incluso en medio de las pruebas y dificultades.

Cuando esperamos en Dios, nos aferramos a la promesa de que Él nos dará lo mejor en Su tiempo perfecto. Esperar en Dios implica tener paciencia y confianza, sabiendo que Él no nos defraudará. Y cuando esperamos en Él, Él nos muestra Su bondad de una manera que supera nuestras expectativas.

Amados hermanos y hermanas, la gran verdad de este versículo es que Dios quiere mostrarnos Su bondad. Él desea bendecirnos, cuidarnos y sorprendernos con Su amor y provisión. Pero, ¿cómo podemos experimentar esta bondad en nuestras vidas?

En primer lugar, debemos temer a Dios. Debemos vivir con reverencia y obediencia a Su Palabra. Debemos reconocer Su grandeza y poder, y someternos a Su voluntad. Cuando le tememos a Dios, nos abrimos a recibir Su bondad en abundancia.

En segundo lugar, debemos esperar en Dios. No importa cuán difícil sea la situación en la que nos encontremos, debemos confiar en que Él tiene un plan perfecto. Debemos aferrarnos a la promesa de que Él nos dará lo mejor en Su tiempo perfecto. Cuando esperamos en Él, experimentamos Su bondad en cada área de nuestras vidas.

Queridos hermanos y hermanas, hoy los invito a reflexionar sobre la grandeza de la bondad de nuestro Dios. No importa en qué etapa de la vida te encuentres, Él quiere mostrarte Su bondad. Él quiere bendecirte y sorprenderte con Su amor y provisión.

Confía en Él, teme a Él y espera en Él. Permítele obrar en tu vida de una manera que solo Él puede hacer. No te desanimes en medio de las dificultades, porque Su bondad nunca falla. Recuerda siempre las palabras del Salmo 31:19: «¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!»

Que esta verdad te llene de esperanza y te inspire a vivir una vida que refleje la grandeza de la bondad de nuestro Dios. Que puedas experimentar Su bendición y amor en cada área de tu vida. ¡Dios te bendiga!

Salmos 31:19 – «¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!»