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Salmos 37:28, el camino hacia la justicia y la herencia eterna


Salmos 37:28 – «Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; mas la descendencia de los impíos será destruida.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa que se encuentra en el libro de Salmos, específicamente en el versículo 28 del capítulo 37. Esta promesa nos asegura que Dios ama la rectitud y nunca abandona a sus santos. ¡Qué maravilloso es saber que somos amados y protegidos por nuestro Padre celestial!

En nuestra vida diaria, a menudo nos encontramos con situaciones desafiantes y difíciles. Podemos enfrentar luchas, pruebas y persecuciones por causa de nuestra fe. Sin embargo, en medio de todas estas circunstancias, podemos aferrarnos a la promesa de que Dios nunca nos abandonará. Él siempre estará con nosotros, guiándonos y fortaleciéndonos en cada paso del camino.

Dios ama la rectitud y desea que vivamos vidas justas y santas. Él nos ha llamado a ser sus santos, a reflejar su carácter y amor en todo lo que hacemos. Aunque podemos caer en pecado y cometer errores, Dios está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos. Su gracia y misericordia son infinitas, y su amor por nosotros nunca cambiará.

La promesa de que seremos guardados para siempre es una fuente de gran consuelo y esperanza. Significa que no importa lo que enfrentemos en este mundo, Dios está con nosotros y nos cuida. Él es nuestro refugio y fortaleza en tiempos de angustia, y podemos confiar en su fidelidad y protección.

A veces, puede parecer que los impíos prosperan y que los justos sufren. Sin embargo, la Biblia nos asegura que la descendencia de los impíos será destruida. Puede que los malvados parezcan tener éxito temporalmente, pero su destino final es la destrucción. Por otro lado, aquellos que siguen a Dios y buscan la rectitud serán guardados y bendecidos por siempre.

No importa cuán difíciles sean las circunstancias que enfrentemos, debemos recordar que Dios está en control. Él tiene un plan perfecto para nuestras vidas y trabaja todas las cosas para nuestro bien. Aunque no siempre comprendamos sus caminos, podemos confiar en su sabiduría y amor incondicional.

Queridos hermanos y hermanas, cuando enfrentemos desafíos y pruebas en nuestra vida, recordemos la promesa de Salmos 37:28. Dios ama la rectitud y nunca desampara a sus santos. Somos guardados para siempre en sus brazos amorosos. Él nos fortalecerá, nos guiará y nos bendecirá en abundancia.

En lugar de preocuparnos por el éxito temporal de los impíos, debemos enfocarnos en vivir vidas justas y santas delante de Dios. Debemos buscar su reino y su justicia, sabiendo que él suplirá todas nuestras necesidades.

Que esta promesa de Salmos 37:28 sea un recordatorio constante de la fidelidad y el amor de Dios hacia nosotros. No importa lo que enfrentemos, podemos confiar en que él está con nosotros y nos guiará en cada paso del camino. Sigamos firmes en nuestra fe, confiando en las promesas de Dios y buscando su voluntad en todo momento.

Que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo estén con todos ustedes. Amén.

Salmos 37:28 – «Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; mas la descendencia de los impíos será destruida.»

Salmos 37:28 – «Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; mas la descendencia de los impíos será destruida.»

Salmos 37:28 – «Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; mas la descendencia de los impíos será destruida.»