Salmos 40:4 en la versión Reina Valera de la Biblia dice: “Dichoso el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira”.
Hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero llevar su atención a este hermoso versículo de los Salmos. Nos muestra una verdad poderosa y llena de promesa para nuestras vidas. El salmista nos dice que aquellos que ponen su confianza en el Señor son verdaderamente benditos. ¿Qué significa esto para nosotros?
En primer lugar, poner nuestra confianza en Dios implica reconocer que Él es nuestro refugio y fortaleza. En un mundo lleno de incertidumbre y caos, es fácil perder la esperanza y sentirnos abrumados por las circunstancias. Pero cuando depositamos nuestra confianza en el Señor, encontramos consuelo en Su amor y protección. Él es nuestra roca firme, nuestro ancla en medio de las tormentas. No importa qué dificultades enfrentemos, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos dará la fuerza para superar cualquier obstáculo.
En segundo lugar, el salmista nos advierte sobre la trampa de mirar a los soberbios y seguir a aquellos que se desvían tras la mentira. Vivimos en una sociedad que valora el éxito y la apariencia externa, pero la Palabra de Dios nos enseña que estas cosas son fugaces y engañosas. Poner nuestra confianza en los logros humanos o en las promesas vacías del mundo nos llevará a la decepción y al vacío. En cambio, debemos fijar nuestros ojos en Dios y en Su verdad. Él es el único que puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestro corazón y guiarnos por el camino de la vida abundante.
Como creyentes, debemos recordar que nuestra identidad y seguridad se encuentran en Cristo. No importa lo que el mundo diga de nosotros o cómo nos valoremos a nosotros mismos, somos amados y aceptados por Dios. Él nos ha creado a Su imagen y nos ha llamado a una vida de propósito y significado. Nuestra confianza en Él nos permite vivir con valentía y esperanza, sabiendo que somos valiosos y tenemos un propósito divino.
En este mundo lleno de distracciones y voces que buscan influenciarnos, debemos aprender a discernir la voz de Dios y seguir Su dirección. El salmista nos anima a no seguir a aquellos que se desvían tras la mentira. Esto significa que debemos estar en guardia contra las ideas y filosofías del mundo que contradicen la Palabra de Dios. Necesitamos aferrarnos a la verdad absoluta de las Escrituras y permitir que guíe nuestras decisiones y acciones. Solo al mirar a Dios y confiar en Su Palabra podemos encontrar el camino verdadero y vivir en plenitud.
Queridos hermanos y hermanas, hoy les animo a poner su confianza en el Señor y no en las cosas efímeras de este mundo. No se dejen engañar por las promesas vacías y las voces que buscan desviarlos del camino de Dios. Recuerden que son benditos cuando confían en el Señor y siguen Su verdad. Él tiene planes maravillosos para sus vidas y quiere guiarlos hacia una abundancia que solo Él puede dar.
Que Salmos 40:4 esté grabado en nuestros corazones y nos recuerde constantemente la importancia de poner nuestra confianza en el Señor: “Dichoso el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira”.
Amados hermanos y hermanas, que este versículo sea una fuente de inspiración y fortaleza en sus vidas. Que su confianza en el Señor les lleve a vivir una vida de propósito y bendición. Que Su verdad les guíe y les proteja en todo momento. ¡Amén!
Salmos 40:4: “Dichoso el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira”.