Salmos 7:1 – «Oh Jehová Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un pasaje de la Palabra de Dios que nos llena de esperanza y fortaleza. El Salmo 7:1 nos recuerda la importancia de confiar en nuestro amado Señor en medio de las dificultades y tribulaciones que enfrentamos en nuestra vida.
En este versículo, el salmista clama al Señor diciendo: «Oh Jehová Dios mío, en ti he confiado». Esta afirmación es poderosa y nos enseña que nuestra confianza debe estar puesta únicamente en Dios. No importa cuál sea la situación que estemos enfrentando, podemos encontrar refugio en Él, porque solo Él tiene el poder para salvarnos y liberarnos.
Es fácil perder la confianza cuando nos encontramos rodeados de problemas y adversidades. A menudo nos sentimos abrumados e incapaces de enfrentar lo que se nos presenta. Sin embargo, el salmista nos muestra el camino correcto: buscar a Dios y confiar en Él. Él es nuestro refugio seguro, nuestra roca inquebrantable en tiempos de tormenta.
Sabemos que en este mundo no estamos exentos de pruebas y persecuciones. La vida misma nos presenta luchas y desafíos, pero podemos tener la certeza de que Dios está con nosotros en medio de ellas. Él es nuestro defensor, nuestro escudo y protector. Nos cuida y nos rescata de todo mal.
En momentos de persecución, cuando nos sentimos acorralados por las circunstancias o por las personas que nos rodean, debemos recordar las palabras del salmista y clamar a Dios diciendo: «sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame». Nuestro Padre Celestial es el único que puede librarnos de las garras del enemigo y de la opresión. Él es nuestro libertador y nunca nos abandonará.
En medio de las dificultades, el salmista nos muestra que nuestra fe en Dios debe permanecer firme. No debemos permitir que el miedo o la duda nos alejen de Él. En cambio, debemos aferrarnos a su promesa de salvación y liberación, sabiendo que Él siempre cumple sus palabras y que nunca nos dejará solos.
Queridos hermanos y hermanas, hoy les animo a depositar toda su confianza en Dios. Él es nuestro refugio seguro, nuestro libertador y protector. No importa lo que estemos enfrentando, Él está siempre a nuestro lado, listo para extendernos Su mano y guiarnos.
Recuerden el Salmo 7:1 y hagan de él su oración constante. Clamen a Dios en momentos de adversidad, confíen en Su poder y en Su amor incondicional. No hay situación que sea demasiado difícil para Él, y Él siempre escucha nuestras oraciones.
Así que, amados hermanos y hermanas, mantengamos nuestra fe y confianza en Dios en todo momento. Él es nuestro Salvador y nuestro defensor. Confíen en Él y Él les sostendrá. No importa cuál sea la situación que estén enfrentando, recuerden siempre las palabras del salmista: «Oh Jehová Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame».
Que la paz y el amor de nuestro Señor Jesucristo les acompañen siempre. Amén.
Salmos 7:1 – «Oh Jehová Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame.»