Salmos 71:17 – “Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas”. ¡Qué hermosa declaración de fe y gratitud hacia nuestro amado Señor! En este pasaje de los Salmos, el salmista nos muestra la importancia de reconocer el papel fundamental que Dios juega en nuestras vidas, desde nuestra juventud hasta nuestra vejez.
Desde el principio de nuestras vidas, Dios nos ha estado enseñando y guiando. Él nos ha dado la sabiduría y el entendimiento necesarios para enfrentar los desafíos y las pruebas que se nos presentan. A través de su Palabra y el testimonio de su amor, Dios nos ha mostrado sus maravillas y su poder. No importa cuán jóvenes o mayores seamos, siempre podemos aprender de nuestro Padre celestial.
Es en nuestra juventud cuando más necesitamos la dirección y el amor de Dios. En un mundo lleno de influencias negativas y tentaciones, es vital que busquemos a Dios y permitamos que Él nos enseñe. Cuando reconocemos que necesitamos su guía y dependemos de Él, encontramos la paz y la seguridad que solo Él puede dar. No importa cuán jóvenes seamos, nunca es demasiado pronto para buscar a Dios y permitir que Él moldee nuestras vidas.
A medida que avanzamos en nuestras vidas, es importante que sigamos manifestando las maravillas de Dios. Nuestro testimonio es una poderosa herramienta para compartir el amor y la gracia de Dios con los demás. Cuando vivimos de acuerdo con los principios y los mandamientos de Dios, somos una luz en medio de la oscuridad. Nuestras acciones y palabras deben reflejar la gloria de Dios y mostrar a los demás su poder transformador.
No importa cuán mayores nos volvamos, siempre tenemos la oportunidad de manifestar las maravillas de Dios. Nunca es demasiado tarde para ser un instrumento en sus manos y permitir que Él haga grandes cosas a través de nosotros. Dios puede usar nuestras experiencias y sabiduría acumulada para bendecir a otros y llevarles esperanza y consuelo.
Cuando reconocemos que Dios nos ha enseñado desde nuestra juventud y que hasta ahora hemos manifestado sus maravillas, estamos declarando nuestra confianza en Él. Estamos reconociendo que sin su guía y amor, no podríamos haber llegado tan lejos. Nuestra gratitud hacia Dios se manifiesta en nuestras vidas y en cómo vivimos cada día.
Hermanos y hermanas, recordemos siempre que Dios nos ha enseñado desde nuestra juventud y que hasta ahora hemos manifestado sus maravillas. No importa en qué etapa de la vida nos encontremos, siempre podemos confiar en Dios y permitir que Él nos guíe. Él nos ha dado un propósito y nos ha capacitado para hacer grandes cosas en su nombre.
Que esta maravillosa verdad de Salmos 71:17 sea un recordatorio constante para todos nosotros. Que nuestras vidas sean un testimonio vivo de la fidelidad y el amor de Dios. Que cada día busquemos su dirección y permitamos que Él nos use para manifestar sus maravillas en este mundo.
En resumen, Salmos 71:17 nos recuerda la importancia de reconocer que Dios nos ha enseñado desde nuestra juventud y que hasta ahora hemos manifestado sus maravillas. Desde nuestra juventud hasta nuestra vejez, debemos buscar a Dios y permitir que Él moldee nuestras vidas. Nuestro testimonio y gratitud hacia Dios deben ser evidentes en todo lo que hacemos. Que cada uno de nosotros pueda vivir de acuerdo con esta hermosa verdad y permitir que Dios haga grandes cosas a través de nosotros.
Salmos 71:17 – “Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas”. ¡Qué bendición es tener un Dios que nos enseña y nos guía en cada etapa de nuestras vidas! No importa cuán jóvenes o mayores seamos, Dios está allí para mostrarnos su amor y su poder. Agradezcamos siempre a nuestro Señor por su fidelidad y permitamos que Él nos use para manifestar sus maravillas en este mundo.