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Salmos 73: Un canto a la esperanza en tiempos de incertidumbre


Salmos 73: «Ciertamente Dios es bueno para con Israel, para con los limpios de corazón.»

¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo, que la paz del Señor esté con todos ustedes!

Hoy me gustaría compartir con ustedes un salmo que nos invita a reflexionar sobre la bondad de Dios y cómo podemos encontrar consuelo en medio de las dificultades de la vida. Este salmo es el Salmos 73, un hermoso poema escrito por el rey David.

En este salmo, David nos muestra su lucha interna al observar la prosperidad de los impíos mientras él mismo enfrenta pruebas y tribulaciones. David confiesa: «Envidié a los arrogantes cuando vi la prosperidad de los malvados» (Salmos 73:3). ¿No es acaso algo con lo que podemos identificarnos en nuestra propia vida? A menudo nos encontramos cuestionando por qué los malvados parecen prosperar mientras nosotros, que buscamos seguir a Dios, enfrentamos dificultades.

Pero a medida que David continúa su relato, nos lleva a una maravillosa revelación: «Hasta que entré en el santuario de Dios; entonces entendí el fin de ellos» (Salmos 73:17). David se da cuenta de que solo cuando se acerca a Dios y busca su presencia es cuando encuentra respuestas y consuelo. En medio de sus dudas y temores, David encuentra un refugio en la presencia de Dios.

Queridos hermanos y hermanas, ¿no es esto también cierto para nosotros? Cuando enfrentamos desafíos y no entendemos por qué las cosas están sucediendo de cierta manera, debemos buscar a Dios. Es en su presencia donde encontramos paz y entendimiento. Es en su amor y sabiduría que descubrimos la verdad y el propósito en medio de nuestras luchas.

El salmista continúa diciendo: «Pero para mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras» (Salmos 73:28). Encontrar consuelo en Dios, poner nuestra esperanza en Él y confiar en sus obras es la clave para superar cualquier envidia o confusión que podamos experimentar al observar la prosperidad de los impíos.

Queridos hermanos y hermanas, el salmo 73 es un recordatorio poderoso de que, aunque las circunstancias de la vida puedan parecer injustas y difíciles de entender, Dios es bueno y fiel. Él está siempre dispuesto a escucharnos y a ayudarnos a encontrar propósito y significado en medio de nuestras pruebas.

Así que, cuando te encuentres luchando con envidia o confusión, recuerda el Salmos 73: «Ciertamente Dios es bueno para con Israel, para con los limpios de corazón.» Pon tu esperanza en el Señor y acércate a Él en oración. Él te guiará, te consolará y te mostrará su bondad en todas las circunstancias.

Que este salmo sea una fuente de inspiración y fortaleza para todos nosotros. Recordemos siempre que Dios es bueno y que su amor y gracia nos rodean en todo momento.

Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde nuestros corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús. Amén.

Salmos 73: «Ciertamente Dios es bueno para con Israel, para con los limpios de corazón.»