Salmos 90:14 (RVR 1960) nos dice: “Sácianos de mañana con tu misericordia, para que cantemos y nos regocijemos todos nuestros días”. Esta hermosa palabra del salmista nos recuerda la importancia de buscar la misericordia de Dios cada día y cómo esto puede llenarnos de alegría y gratitud.
En nuestra vida diaria, a menudo nos enfrentamos a desafíos, dificultades y preocupaciones que pueden agotarnos física, emocional y espiritualmente. Sin embargo, Salmos 90:14 nos invita a comenzar cada mañana buscando la misericordia de Dios. ¿Qué significa esto? Significa acudir a Dios en oración y reconocer nuestra necesidad de su amor inagotable, de su compasión y perdón, y de su dirección en nuestras vidas.
Cuando nos acercamos a Dios en busca de su misericordia, nos permitimos ser llenados con su gracia y amor. Esto nos da fuerzas para enfrentar los desafíos del día con confianza y esperanza. No importa cuán difícil sea nuestra situación, la misericordia de Dios es suficiente para fortalecernos y restaurarnos.
Además, Salmos 90:14 nos anima a cantar y regocijarnos todos nuestros días. La gratitud y la alabanza a Dios deben ser una parte integral de nuestra vida cristiana. Cuando experimentamos la misericordia de Dios, no podemos evitar cantarle y regocijarnos en su presencia. Nuestro corazón se llena de gozo al reconocer que somos amados y sostenidos por el Dios Todopoderoso.
Cantar y regocijarnos en la misericordia de Dios también nos ayuda a mantener una perspectiva positiva en medio de las circunstancias difíciles. Aunque el mundo nos presente razones para preocuparnos y desanimarnos, la misericordia de Dios es un recordatorio constante de su fidelidad y bondad. Nos invita a confiar en él y a depositar nuestras cargas en sus manos.
En este momento, puede que estés enfrentando dificultades y desafíos en tu vida. Tal vez te sientes cansado, desanimado o perdido. Pero quiero recordarte nuevamente las palabras de Salmos 90:14: “Sácianos de mañana con tu misericordia, para que cantemos y nos regocijemos todos nuestros días”. No importa cuál sea tu situación, Dios está dispuesto a derramar su misericordia sobre ti.
Hoy te animo a buscar la misericordia de Dios cada mañana. Dedica tiempo a la oración, a leer su Palabra y a meditar en su amor y fidelidad. Permítele llenar tu corazón con gozo y gratitud, y no olvides cantar y regocijarte en su presencia. Confía en que su misericordia es suficiente para fortalecerte y guiarte en cada paso del camino.
Recuerda siempre que la misericordia de Dios es nueva cada mañana. No importa cuántas veces hayas fallado o cuán lejos te hayas alejado, su amor y perdón están disponibles para ti. No te pierdas la oportunidad de experimentar su gracia y gozo cada día.
Así que, hoy, y cada día, recuerda Salmos 90:14: “Sácianos de mañana con tu misericordia, para que cantemos y nos regocijemos todos nuestros días”. Busca la misericordia de Dios, alaba su nombre y permítele llenarte de gozo y gratitud. Confía en que su misericordia te fortalecerá y te dará esperanza en medio de cualquier circunstancia.