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Texto Bíblico: ¡Aviva el fuego que hay en ti y brilla intensamente!


Texto Bíblico: “Aviva el fuego que hay en ti”

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una palabra que nos desafía y nos alienta a vivir una vida apasionada por Dios. El texto bíblico que nos acompaña hoy es “Aviva el fuego que hay en ti”. Esta frase poderosa nos invita a reflexionar sobre la importancia de mantener encendida la llama del Espíritu Santo en nuestros corazones.

Como hijos e hijas de Dios, hemos sido llamados a vivir una vida llena de pasión y fervor por nuestro Señor. En la Palabra de Dios encontramos innumerables ejemplos de hombres y mujeres que se entregaron por completo al servicio del Señor y dejaron un legado duradero. Desde los tiempos de los profetas del Antiguo Testamento hasta los apóstoles del Nuevo Testamento, todos ellos fueron avivados por el fuego del Espíritu Santo en sus vidas.

El apóstol Pablo nos exhorta en Romanos 12:11 diciendo: “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”. Esta es una llamada a no ser tibios o indiferentes en nuestra relación con Dios, sino a ser apasionados y fervientes en nuestra devoción y servicio a Él. No podemos permitir que la rutina o la complacencia apaguen el fuego que Dios ha encendido en nosotros.

¿Cómo podemos avivar el fuego que hay en nosotros? En primer lugar, debemos buscar una relación íntima y constante con Dios a través de la oración y la meditación en Su Palabra. En Salmo 119:105 leemos: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. La Biblia es nuestra guía y nuestra fuente de inspiración, y a través de ella podemos conocer más profundamente a nuestro Dios y Su voluntad para nuestras vidas.

Además, debemos permitir que el Espíritu Santo nos dirija y nos guíe en todo momento. En Gálatas 5:25 nos dice: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. El Espíritu Santo es quien nos capacita y nos fortalece para vivir una vida de acuerdo a los propósitos de Dios. Debemos estar dispuestos a dejarnos guiar por Él y obedecer Su voz, incluso cuando eso signifique salir de nuestra zona de confort.

Otro aspecto importante para avivar el fuego en nosotros es rodearnos de una comunidad de creyentes comprometidos. En Hebreos 10:24-25 se nos anima a “considerarnos unos a otros para estimularnos al amor y las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. La comunión con otros creyentes nos fortalece y nos anima en nuestra fe, y nos ayuda a mantenernos firmes en nuestros propósitos.

Queridos hermanos y hermanas, hoy quiero animarlos a avivar el fuego que hay en ustedes. No permitan que las circunstancias o las pruebas apaguen la llama del Espíritu Santo en sus vidas. Busquen a Dios de todo corazón y permitan que Él renueve y avive su pasión por Él. Recuerden que somos llamados a ser luces en medio de la oscuridad, y solo podremos cumplir ese llamado si mantenemos encendida la llama de Dios en nosotros.

En conclusión, “Aviva el fuego que hay en ti” es una exhortación que nos desafía a vivir una vida apasionada por Dios. No permitamos que la rutina o la complacencia apaguen el fuego que Dios ha encendido en nosotros. Busquemos una relación íntima con Él, permitamos que el Espíritu Santo nos dirija y nos guíe, y rodeémonos de una comunidad de creyentes comprometidos. Avivemos el fuego que hay en nosotros y seamos testigos vivos del amor y el poder de Dios en nuestras vidas.

Texto Bíblico: “Aviva el fuego que hay en ti”.

Queridos hermanos y hermanas, en este momento quiero invitarlos a reflexionar sobre la importancia de avivar el fuego que hay en nosotros. No permitamos que las circunstancias de la vida o la apatía espiritual apaguen la llama del Espíritu Santo en nuestras vidas. Recordemos siempre que somos llamados a vivir una vida apasionada por Dios, y solo podremos hacerlo si mantenemos encendida la llama que Él ha depositado en nosotros.

Texto Bíblico: “Aviva el fuego que hay en ti”.

En este momento, quiero orar para que cada uno de nosotros sea avivado por el fuego del Espíritu Santo. Padre celestial, te pedimos que renueves y avives nuestra pasión por ti. Ayúdanos a buscar una relación íntima contigo, a permitir que el Espíritu Santo nos dirija y nos guíe, y a rodearnos de una comunidad de creyentes comprometidos. Aviva el fuego que hay en nosotros, para que podamos ser testigos vivos de tu amor y tu poder. En el nombre de Jesús, amén.