Texto Bíblico Hay De Aquel Que Haga Tropezar
¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy, quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que se encuentra en la Palabra de Dios. Esta verdad se encuentra en Mateo 18:6, donde Jesús nos advierte: «Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar».
¿Qué significa esto para nosotros como seguidores de Cristo? ¿Cómo podemos aplicar esta enseñanza en nuestras vidas diarias? Permítanme compartir con ustedes tres poderosas lecciones que podemos extraer de este texto bíblico.
Primero, debemos reconocer la importancia de cuidar y proteger a los más débiles en nuestra comunidad de fe. Jesús se refiere a los «pequeñitos» que creen en Él, aquellos que son nuevos en la fe o que son más vulnerables espiritualmente. Como ministros de Cristo, tenemos la responsabilidad de velar por ellos, de ser guías y ejemplos de amor y verdad. Debemos ser conscientes de nuestras palabras y acciones, asegurándonos de no causar tropiezo a aquellos que están tratando de seguir a Jesús.
En segundo lugar, el texto bíblico nos llama a una reflexión profunda sobre nuestras propias acciones. Jesús nos advierte sobre el peligro de hacer tropezar a otros, pero también nos insta a examinar nuestras propias vidas y a asegurarnos de que no seamos causa de tropiezo para nosotros mismos. ¿Hay algo en nuestras vidas que nos aleja de Dios o que puede alejar a otros de Él? Debemos estar atentos y dispuestos a corregir cualquier área en la que estemos fallando, para que podamos ser verdaderos testimonios de la gracia y el amor de Dios.
Por último, el texto bíblico nos recuerda la seriedad de las consecuencias de hacer tropezar a otros. Jesús compara el castigo para aquellos que hacen tropezar a otros con el ahogamiento en lo profundo del mar con una piedra de molino atada al cuello. Esto nos muestra cuán importante es para Dios la protección de aquellos que son débiles en la fe. No debemos tomar a la ligera nuestra responsabilidad de cuidar y edificar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
Hermanos y hermanas, recordemos siempre que estamos llamados a amar y servir a los demás, especialmente a aquellos que son más débiles en la fe. No permitamos que nuestras acciones o palabras causen tropiezo a otros, sino más bien seamos instrumentos de bendición y crecimiento espiritual. Busquemos a Dios en oración y pidámosle que nos guíe y nos capacite para ser verdaderos siervos de Cristo.
En conclusión, el texto bíblico «Hay De Aquel Que Haga Tropezar» es un recordatorio poderoso de nuestra responsabilidad como seguidores de Jesús. Debemos cuidar y proteger a los más débiles en nuestra comunidad de fe, examinar nuestras propias vidas para no ser causa de tropiezo y recordar las serias consecuencias de hacer tropezar a otros. Que el Señor nos capacite y nos guíe en este camino de amor y servicio, para que podamos ser verdaderos discípulos de Cristo.
Texto Bíblico Hay De Aquel Que Haga Tropezar