Conéctate Con Dios

Texto Bíblico: Dar es Mejor que Recibir, una Lección Eterna


Texto Bíblico: Es Mejor Dar Que Recibir

¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una verdad poderosa y transformadora que se encuentra en la Palabra de Dios. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 20, verso 35, encontramos una enseñanza profunda y significativa: «Más bienaventurado es dar que recibir».

Estas palabras, pronunciadas por el apóstol Pablo, nos invitan a reflexionar sobre la importancia y el gozo de dar. En un mundo que muchas veces nos enseña a buscar nuestro propio beneficio y a acumular riquezas para nuestro propio placer, la Biblia nos muestra un camino diferente. Un camino de generosidad, compasión y amor hacia los demás.

Dios nos ha llamado a ser imitadores de Cristo, quien dio su vida por nosotros en la cruz. Él nos mostró el ejemplo perfecto de dar sin esperar nada a cambio. En Mateo 20:28, Jesús afirma: «Así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos». Esta es la actitud que debemos adoptar como seguidores de Cristo.

Cuando damos, no solo estamos bendiciendo a quienes reciben, sino que también experimentamos una profunda alegría y satisfacción. En 2 Corintios 9:7, se nos anima a dar de corazón y con alegría: «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre». Nuestro Padre celestial se complace cuando damos generosamente y con gozo en nuestro corazón.

El acto de dar no se limita únicamente a dar dinero o posesiones materiales. También podemos dar nuestro tiempo, nuestras habilidades y nuestras palabras de aliento. Podemos dar amor, compasión y perdón a aquellos que nos rodean. En Efesios 4:32, se nos exhorta a ser amables y compasivos unos con otros, perdonándonos mutuamente, así como Dios nos perdonó en Cristo.

Dios nos ha bendecido abundantemente, y una de las maneras en que podemos expresar nuestra gratitud es compartiendo esas bendiciones con los demás. En Proverbios 11:25, leemos: «El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado». Cuando damos, Dios multiplica nuestras bendiciones y nos provee en todas nuestras necesidades.

Dar no solo nos beneficia a nosotros mismos y a quienes reciben, sino que también es un testimonio poderoso para el mundo. Cuando vivimos una vida de generosidad, mostramos al mundo el amor de Cristo en acción. En Juan 13:35, Jesús declara: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros». Nuestra generosidad y amor hacia los demás son una señal de nuestro discipulado y una invitación para que otros conozcan a Cristo.

Hermanos y hermanas, recordemos siempre que «es mejor dar que recibir». En un mundo egoísta y centrado en sí mismo, seamos personas que se deleiten en dar. Que nuestras vidas sean un reflejo del amor generoso de Dios hacia nosotros. Que busquemos oportunidades para bendecir y servir a los demás en nombre de Cristo.

Demos sin esperar nada a cambio, sabiendo que nuestro Padre celestial nos recompensará abundantemente. Recordemos que cada acto de generosidad, por pequeño que sea, tiene un impacto eterno en la vida de alguien más.

En conclusión, hermanos y hermanas, vivamos una vida de generosidad y amor hacia los demás. Sigamos el ejemplo de nuestro Salvador, que dio su vida por nosotros. Que el lema «Es Mejor Dar Que Recibir» esté siempre presente en nuestras vidas y en nuestras acciones.

Que Dios les bendiga y les inspire a dar abundantemente, con alegría y generosidad. Amen.

Texto Bíblico: Es Mejor Dar Que Recibir.