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Tu respuesta, la fortaleza; Salmos 138:3


La confianza en Dios: Salmos 138:3

Salmo 138:3 – «El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.»

En la vida cotidiana, todos enfrentamos desafíos y pruebas que pueden hacernos sentir débiles y desanimados. En esos momentos de dificultad, es importante recordar que no estamos solos. Tenemos a un Dios amoroso y poderoso que siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y fortalecernos en nuestras debilidades.

El salmista David entendió esto profundamente. A lo largo de su vida, enfrentó innumerables dificultades y peligros. Sin embargo, en medio de todas sus luchas, David recurrió a Dios en oración y confianza. En el Salmo 138:3, David declara con confianza: «El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.»

Esta poderosa declaración nos enseña tres verdades fundamentales sobre la confianza en Dios:

1. Dios siempre responde nuestras oraciones: En el momento en que clamamos a Dios, Él nos escucha y nos responde. No importa cuán grande o pequeña sea nuestra preocupación, Dios está atento a nuestras necesidades y siempre está dispuesto a responder. Como dice el salmista, «El día que clamé, me respondiste.» Esto significa que no debemos dudar del poder y la fidelidad de Dios para responder nuestras oraciones. Podemos acudir a Él con confianza, sabiendo que Él nos escucha y actúa a nuestro favor.

2. Dios nos fortalece en nuestras debilidades: En momentos de dificultad y desánimo, es fácil sentirnos débiles y desamparados. Sin embargo, cuando confiamos en Dios, Él nos fortalece con vigor en nuestro interior. Él nos da la fuerza y el coraje para enfrentar cualquier situación que se presente en nuestra vida. No importa cuán abrumados o desanimados nos sintamos, Dios está dispuesto a fortalecernos y renovar nuestras fuerzas. Como dice el salmista, «Me fortaleciste con vigor en mi alma.» Podemos confiar en que Dios nos dará la fuerza que necesitamos para seguir adelante y superar cualquier obstáculo.

3. La confianza en Dios trae paz y seguridad: Cuando confiamos en Dios, experimentamos una profunda paz y seguridad en nuestro corazón. Sabemos que no estamos solos y que tenemos un Dios que está a nuestro lado en todo momento. Nuestra confianza en Él nos libera del miedo y la ansiedad, y nos permite vivir con esperanza y certeza. Como dice el salmista, «El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.» Esta declaración nos asegura que podemos encontrar consuelo y seguridad en la presencia de Dios.

En resumen, el Salmo 138:3 nos anima a confiar en Dios en todo momento. Él siempre responde nuestras oraciones, nos fortalece en nuestras debilidades y nos brinda paz y seguridad. No importa cuán difícil sea nuestra situación, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos sostendrá. Así que, no importa cuáles sean los desafíos que enfrentes hoy, recuerda estas palabras del salmista: «El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.» Confía en que Dios está contigo y te dará la fuerza y el consuelo que necesitas.

Salmos 138:3 – «El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.»

¡Confía en Dios y experimenta su poder y amor en tu vida!