Texto Bíblico: No Tenemos Lucha Contra Sangre y Carne
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una verdad poderosa y liberadora que se encuentra en el texto bíblico “No tenemos lucha contra sangre y carne”. Esta declaración se encuentra en la carta del apóstol Pablo a los efesios, en el capítulo 6, versículo 12. Permítanme leerlo para ustedes:
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales” (Efesios 6:12, Reina Valera).
Estas palabras poderosas nos revelan que nuestra verdadera batalla no es contra seres humanos, sino contra fuerzas espirituales malignas que operan en los lugares celestiales. A menudo, nos encontramos luchando contra personas, circunstancias y situaciones que nos parecen adversas, pero debemos recordar que detrás de todo esto hay un enemigo invisible que busca destruir nuestras vidas y nuestra fe.
Es fácil caer en la trampa de pensar que nuestros problemas son causados por otras personas. Podemos culpar a nuestros vecinos, amigos, compañeros de trabajo o incluso a nuestra propia familia por los desafíos que enfrentamos. Sin embargo, la verdad es que nuestra lucha no es contra ellos, sino contra las fuerzas espirituales que operan detrás de escena.
Entonces, ¿cómo debemos enfrentar esta batalla espiritual? El apóstol Pablo nos brinda instrucciones claras y prácticas en los versículos siguientes. Nos dice que debemos revestirnos de la armadura de Dios para poder resistir en el día malo y mantenernos firmes frente a las artimañas del diablo.
La armadura de Dios incluye el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el calzado del evangelio de la paz, el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Estas piezas de armadura nos protegen y nos equipan para enfrentar las batallas espirituales que se nos presentan en la vida cotidiana.
Es importante destacar que todas estas piezas de armadura están basadas en la verdad y la palabra de Dios. Esto nos muestra la importancia de conocer y meditar en las Escrituras, ya que son nuestra guía y fuente de fortaleza en medio de la lucha espiritual.
Cuando nos enfrentamos a desafíos y tribulaciones, no debemos dejar que el miedo o la preocupación nos dominen. En cambio, debemos recordar que nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra las fuerzas espirituales del mal. Debemos tomar nuestra posición en Cristo y confiar en que Él pelea nuestras batallas por nosotros.
Amados hermanos y hermanas, recuerden que no están solos en esta lucha espiritual. Dios está con ustedes y ha provisto todo lo necesario para que sean más que vencedores en Cristo Jesús. No permitan que las circunstancias los distraigan de su verdadera identidad y propósito en Él.
Cuando enfrenten dificultades, oren y busquen el consejo y la sabiduría de Dios a través de su palabra. Mediten en el Texto Bíblico “No tenemos lucha contra sangre y carne” y permitan que les recuerde que su verdadera batalla es espiritual. Permanezcan firmes en la fe, confiando en que Dios los llevará a la victoria.
En conclusión, queridos hermanos y hermanas, recuerden siempre que no tienen lucha contra sangre y carne. Su verdadera batalla es espiritual y debe ser enfrentada con la armadura de Dios y la palabra de verdad. Confíen en que Dios está con ustedes en cada paso del camino y que Él pelea sus batallas por ustedes. Permanezcan firmes en la fe y caminen en la victoria que Cristo ha ganado para ustedes.
Texto Bíblico: No Tenemos Lucha Contra Sangre y Carne.