Salmo 137:9 – «Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños contra la peña.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles sobre un versículo de la Biblia que puede resultar controvertido y difícil de comprender a primera vista. El Salmo 137:9 nos dice: «Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños contra la peña.» Esta afirmación puede parecer chocante y perturbadora, pero es importante leerla en el contexto adecuado y comprender su mensaje profundo.
En primer lugar, debemos recordar que la Biblia es la Palabra de Dios, y debemos interpretarla con sabiduría y discernimiento. No podemos tomar un versículo aislado y sacarlo de contexto para justificar acciones violentas o maliciosas. La Biblia nos enseña valores fundamentales como el amor, la misericordia y el perdón, y debemos leerla a través de la lente del amor de Cristo.
El Salmo 137 fue escrito durante un tiempo de gran aflicción y sufrimiento para el pueblo de Israel. Estaban cautivos en Babilonia, lejos de su tierra y su templo. En medio de su dolor, los israelitas expresaron su angustia y su deseo de venganza hacia sus opresores. Es importante recordar que el Salmo 137 es una expresión de los sentimientos humanos en un momento particular de la historia, y no necesariamente representa la voluntad de Dios.
Cuando leemos el Salmo 137:9, podemos sentirnos impactados por la violencia que se menciona. Sin embargo, debemos recordar que Dios es un Dios de amor y justicia. Él nos llama a amar a nuestros enemigos y a orar por aquellos que nos persiguen (Mateo 5:44). La violencia no es el camino que Dios nos muestra, sino el amor y la reconciliación.
En lugar de enfocarnos en la violencia mencionada en este versículo, podemos reflexionar sobre la profunda tristeza y desesperación que el pueblo de Israel estaba experimentando en ese momento. Ellos anhelaban ser liberados y restaurados a su tierra, y su clamor reflejaba su anhelo de justicia. Podemos identificarnos con ellos en nuestras propias luchas y dificultades, y encontrar consuelo en el hecho de que Dios nos escucha y entiende nuestras emociones más profundas.
Además, es importante notar que el Salmo 137 no termina en el versículo 9. Si continuamos leyendo, encontraremos el versículo 10 que dice: «Bienaventurado el que tomare y estrellare tus pequeñitos contra la piedra.» Este versículo nos habla de la venganza que los israelitas deseaban, pero Dios nos llama a actuar de manera diferente. En lugar de buscar venganza, debemos buscar el perdón y la reconciliación.
Queridos hermanos y hermanas, debemos recordar que nuestro Dios es un Dios de amor y paz. Él nos llama a ser pacificadores y a amar a nuestros enemigos. No debemos utilizar versículos aislados para justificar la violencia o el odio. En cambio, debemos buscar la sabiduría de Dios y seguir el ejemplo de Jesús, quien nos enseñó a amar incluso a aquellos que nos persiguen.
En conclusión, el Salmo 137:9 es un versículo que puede resultar difícil de comprender y aceptar. Sin embargo, debemos leerlo en el contexto adecuado y recordar que Dios nos llama a amar y perdonar. No debemos utilizar versículos aislados para justificar la violencia, sino que debemos buscar la paz y la reconciliación en todas nuestras acciones. Recordemos siempre el mandamiento de Jesús de amarnos los unos a los otros, incluso a nuestros enemigos. Que la paz y el amor de Dios nos guíen en cada paso que demos.
Salmo 137:9 – «Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños contra la peña.»
Salmo 137:9 – «Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños contra la peña.»
Salmo 137:9 – «Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños contra la peña.»