¡Buenos días, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes un mensaje de aliento y esperanza, basado en el hermoso versículo de la Palabra de Dios: “Buenos días, Cristianos”.
Cuando comenzamos nuestro día con la presencia de Dios en nuestras vidas, experimentamos una paz y una alegría que solo Él puede otorgar. Es un privilegio despertar cada mañana sabiendo que tenemos un Dios que nos ama incondicionalmente y que está dispuesto a caminar junto a nosotros en cada paso que damos.
En la Biblia, encontramos muchas promesas y palabras de aliento que nos ayudan a enfrentar los desafíos diarios. Una de esas promesas se encuentra en el libro de Jeremías 29:11, donde Dios nos dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Qué hermoso es saber que Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas, y que Él siempre desea lo mejor para nosotros.
A lo largo de nuestra jornada, podemos encontrarnos con situaciones difíciles y obstáculos que nos parecen insuperables. Sin embargo, como hijos de Dios, no estamos solos en esta batalla. En el libro de Isaías 41:10, encontramos estas palabras alentadoras: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Qué poderoso es saber que Dios está con nosotros en todo momento, dándonos la fuerza y el apoyo que necesitamos para seguir adelante.
Amados hermanos y hermanas, no importa cuán difíciles sean las circunstancias que estén enfrentando en este momento, recuerden que Dios es más grande que cualquier problema o adversidad. Él tiene el control absoluto de todas las cosas y nunca nos abandonará. En el libro de Romanos 8:31, encontramos estas palabras reconfortantes: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”. Podemos confiar en que Dios está de nuestro lado y que ninguna fuerza en este mundo puede prevalecer sobre Él.
En medio de las dificultades, es importante recordar que tenemos la bendición de la oración. Podemos acercarnos a Dios en cualquier momento y lugar, y Él nos escuchará. Como dice en Filipenses 4:6, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. La oración nos conecta directamente con nuestro Padre celestial, y nos brinda la paz y la tranquilidad que necesitamos en medio de las tormentas.
Hermanos y hermanas, los animo a comenzar cada día recordando el versículo “Buenos días, Cristianos”. Mantengamos nuestra fe firme en Dios, confiando en Sus promesas y buscando Su guía en todo momento. No importa cuán oscuro parezca el camino, recordemos que siempre hay esperanza en Él. Como dice en el Salmo 30:5, “Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”. Podemos confiar en que, aunque pasemos por momentos difíciles, siempre habrá un nuevo amanecer lleno de gozo y bendiciones.
En conclusión, amados hermanos y hermanas, les animo a aferrarse a las palabras de aliento y esperanza que encontramos en la Palabra de Dios. Comencemos cada día recordando el poderoso versículo “Buenos días, Cristianos”. Sepamos que Dios está con nosotros en cada momento, fortaleciéndonos, guiándonos y dándonos la paz que solo Él puede dar. Confíen en Sus promesas y caminen con fe, sabiendo que Él tiene un plan perfecto para sus vidas. ¡Que Dios les bendiga abundantemente hoy y siempre!
¡Buenos días, Cristianos! ¡Que tengan un día lleno de la presencia y el amor de Dios!